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Este 7 de enero de 2025 se cumplen 131 años del nacimiento de Domingo Moreno Jimenes, una figura imprescindible de la literatura dominicana. Sin embargo, su legado pasa aún desapercibido en el panorama cultural del país, lo que invita a reflexionar sobre la importancia de preservar y promover nuestra riqueza literaria.
Moreno Jimenes, conocido como el “Padre del Postumismo“, revolucionó la poesía nacional al introducir un estilo marcado por la emocionalidad y la profundidad.
Lo que debes sobre Domingo Moreno Jimenes
- Fundador del movimiento literario Postumista, que marcó un hito en la poesía dominicana.
- Autor de La hija reintegrada, un poema universal sobre el dolor y la pérdida.
- Su obra buscó trascender las formas tradicionales, priorizando la emocionalidad sobre la rima.
- Su poesía combina elementos de identidad dominicana con una visión universal.
Corazón universal, profunda dominicanidad
Domingo Moreno Jimenes nació en Santo Domingo en 1894, en el seno de una familia de origen venezolano. Su obra literaria, caracterizada por la búsqueda de una expresión libre de convencionalismos, lo posicionó como uno de los principales exponentes de la poesía dominicana. Fue el creador, junto a Rafael Augusto Zorrilla y Andrés Avelino, del movimiento Postumista, el cual buscaba trascender las formas tradicionales para centrarse en lo humano y lo trascendental.
Según el propio poeta, su objetivo era sustituir la rima tradicional por un acento emocional, logrando una poesía que “regida por las emociones, elimina los prejuicios de forma y fondo”. Esta innovación no solo redefinió la literatura dominicana, sino que también dejó un impacto duradero en las generaciones futuras de escritores.
La hija reintegrada: un legado de dolor y belleza
Una de las obras más emblemáticas de Moreno Jimenes es La hija reintegrada (1934), un poema que captura el dolor de perder a su hija. Este texto, escrito desde una profunda vulnerabilidad, se ha convertido en un testimonio eterno de cómo la poesía puede ser un refugio ante la adversidad. “La única forma de escape que encontré para esta terrible realidad fueron algunas cuartillas de papel”, confesó el poeta en una entrevista.
El impacto emocional de La hija reintegrada resuena más allá de las fronteras dominicanas. Con su honestidad desgarradora, Moreno Jimenes demostró cómo el arte puede transformar el dolor en belleza universal, una lección que aún inspira a quienes se acercan a su obra.
Un patrimonio cultural ignorado
A pesar de su contribución indiscutible a la literatura dominicana, el legado de Domingo Moreno Jimenes ha sido marginado por las instituciones culturales del país. Este abandono refleja una problemática más amplia: la falta de valoración de la cultura como motor de desarrollo. Tal como afirmó la UNESCO en la década de 1990, la cultura es un factor esencial para el desarrollo sostenible, ya que moldea las actitudes y estilos de vida que determinan el uso de nuestros recursos.
En un país donde la cultura es muchas veces relegada, figuras como Moreno Jimenes nos recuerdan la importancia de invertir en nuestras expresiones artísticas. Solo así podremos preservar nuestra identidad y transmitirla a las generaciones futuras.
La influencia del postumismo en la literatura nacional
El Postumismo, movimiento literario encabezado por Moreno Jimenes, marcó un antes y un después en la poesía dominicana. Este estilo enfatizaba lo trascendental, lo póstumo, y lo universal, alejándose de las estructuras tradicionales. Aunque algunos críticos intentaron restar mérito a su obra, el legado de Moreno Jimenes prevalece como un pilar de nuestra literatura.
El poeta también se enfrentó a cuestionamientos sobre el uso de palabras criollas en su poesía, lo que, lejos de ser una debilidad, se convirtió en una fortaleza que exaltó la identidad dominicana. Su ejemplo demuestra que la literatura puede ser un puente entre lo local y lo universal.
La poesía como patrimonio
Domingo Moreno Jimenes es un tesoro literario que merece ser reivindicado y celebrado. Su poesía, al igual que la de grandes figuras internacionales como Gabriela Mistral o Pablo Neruda, tiene el poder de conectar a los lectores con las emociones más profundas y los valores más esenciales. Leer su obra no solo enriquece el alma, sino que también fortalece nuestra identidad como dominicanos.
