Este distinguido médico y luchador antitrujillista nació en Puerto Plata, en enero del 1915. Se graduó de bachiller en Ciencias Físicas y Naturales en la Escuela Normal Superior de Puerto Plata. Se inscribió en la Universidad de Santo Domingo en el 1932, y recibió su título de doctor en Medicina en noviembre del 1940. Recibió su exequatur del Poder Ejecutivo en diciembre del 1940 tras presentar su tesis “Contribución al estudio de la infección puerperal y al uso del mercurocromo en obstetricia”.
En el 1940, se desempeñó como médico de la Maternidad del Hospital Ricardo Limardo en Puerto Plata. Fue además secretario de correspondencia de la junta provincial de la Asociación Médica Dominicana, en el 1942, y en ese mismo año fue secretario del Comité de la Liga Dominicana contra el cáncer en la ciudad de Puerto Plata. Ofrecía consultas en la clínica del Dr. Vásquez Paredes.
En su ciudad natal, pertenecía a los diversos movimientos clandestinos contra la dictadura de Trujillo. Participó especialmente en los preparativos del desembarco en Luperón y en Cayo Confites.
El Licdo. Bernardo Vega lo considera uno de los líderes en contacto permanente con los exiliados opositores al tirano. Fue apresado en cinco ocasiones, la última, en el 1958, y fue enviado al manicomio por tres años. En su libro sobre la medicina en Puerto Plata, el Dr. Rafael Cantisano cita al Dr. Antonio Zaglul, quien relató las condiciones en que se encontraba el Dr. Puig, decía el Dr. Zaglul: “hace años que se pudre en una asquerosa celda un médico de Puerto Plata, que no es un loco, pero está aquí como tal”. De acuerdo al relato de Zaglul, por lo visto el Dr. Puig sabía que lo perseguían, pero los esbirros de la tiranía le tendieron una trampa. Le avisaron sobre la urgencia de un niño enfermo, el Dr. Puig, acudió al lugar, pero allí fue tomado prisionero y enviado al manicomio. Allí fue tratado de una manera terrible, ya que le limitaban los alimentos, le impedían a sus familiares visitarlo. Varias veces intentaron matarlo en el manicomio, y sin embargo mantuvo su coraje, y según el relato del Dr. Zaglul, “sin quejarse ni una vez”.
Tras la caída de la tiranía, reanudó sus actividades médicas y humanistas. Escribió varios libros como: “ Valorización histórica de las ruinas de la Isabela”, “Por el patrimonio Histórico-Cultural de Puerto Plata”, “Por la valorización de las ruinas de La Isabela”, “Primera ciudad del nuevo mundo”, “ Ensayos Histórico-arquitectónicos”, “Emigrantes de libertos, nuevamente norteamericanos a Puerto Plata en la primera mitad del siglo XVIII”, “La iglesia metodista Wesleyana” y “Puerto Plata, breves apuntes históricos y datos sobre su litoral”. Esto muestra la amplitud de sus intereses y la entrega al estudio de su región.
Fue además miembro de diversas instituciones como la Academia Dominicana de la Historia, la Asociación Médica Dominicana, de la cual fue representante en la región norte del país.
Fue embajador plenipotenciario en la República Francesa y en el Estado de Israel. Fue director de la Oficina de Patrimonio Cultural en Puerto Plata, y miembro de la comisión de Zonas Francas en esa ciudad. Fue miembro del grupo ICOMOS, del Grupo Arqueológico del Museo del Hombre Dominicano, y redactor de un manifiesto cultural sobre nuestras raíces. Ganó el Premio Nacional de Historia por un ensayo escrito junto a E. Gamble.
Una vida dedicada a su ciudad y a su país, que no le tembló el pulso al enfrentar a Trujillo, ya que deseaba un país libre y digno. Este prominente ciudadano y médico falleció en julio del 1982.