Retrata la manera en cómo un partido de izquierda latinoamericano llega a comandar la administración pública de una de las mayores economías del mundo con una riqueza material y cultural bien encaminada por décadas de desarrollo de inteligencia aplicada y de una tecnología propia con un futuro de bienestar para más de 210 millones de habitantes.
Pero también muestra el punto de giro de ese proceso y la manera en cómo la corrupción fuertemente integrada en toda la vida brasileña permite que la pudrición judicial clasista aprese, juzgue y condene a una clase política de izquierda y aliados de centro izquierda y de derecha que en el caso de los expresidentes Ignacio Lula Da Silva y de Dilma Rousseft, más altos líderes del Partido de los Trabajadores PT, avasalló condenó sin pruebas a Lula y dio un golpe blanco a Dilma como vemos en recientes publicaciones de The Intercept Brasil sobre implicaciones de violación procesal del ministerio público y jueces de Lavajato–.
En el caso del PT hubo negligencia política; y así confiesa uno de los entrevistados, Gilberto Carvalho (ex secretario general del PT en la presidencia): “Hace mucho, el PT siempre cuestionó la forma vertical, burocrática y corrupta de hacer política. Al crecer y tener el poder en nuestras manos, perdimos algo fundamental para nosotros. Lo llamamos ´Un pie adentro, un pie afuera.
Tener un pie afuera significa seguir comprometido con la lucha social, sabiendo que en el capitalismo nada se conquista sin la lucha. Y tener un pie adentro es tratar de transformar las instituciones desde adentro. Al crecer, empezamos a dejar de lado nuestro pie afuera.
Empezamos a confiar demasiado en el Congreso para tener gobernabilidad. Empezamos a creer que podíamos llevarnos bien con el pez grande, aceptamos como algo natural la financiación con fondos privados, no impulsamos una ley de reforma política, algo absolutamente crucial para acabar con las donaciones corporativas a la política, causa central de la corrupción. El candidato necesita dinero, la empresa lo financia y le pide favores cuando es elegido.
Él piensa: ´Bueno, si no presento esta ley, no tendré fondos para las próximas elecciones´. Y nos dejamos llevar por el juego político, olvidando que nuestro injusto sistema de justicia no nos trataría como los trató a ellos.
El excelente documental alterna en su narrativa acontecimientos de la vida de su autora Petra Costa con estos últimos 50 años de vida brasileña, y una cuasi biografía política de Lula hasta su apresamiento, liberado y eventual presidente. En Netflix con ese título.
HHHHH Género: documental político.
Duración: 113 minutos