Es una excelente estrategia narrativa esbozada en las convenciones del thriller que le permite mantener un ritmo adecuado ante el desafío de contar esta historia basada en hechos reales y que está contada en muchos mayores detalles en el libro Memorias del Calabozo escrito por Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro, quienes estuvieron presos 15 años durante la dictadura civil y militar de Uruguay, junto al expresidente José “Pepe” Mujica. De esos 15 años, 12 los pasaron en confinamiento absoluto entre 1973 y 1985. Todos eran integrantes del grupo Tupamaros (un movimiento político de Uruguay que tuvo una etapa de actuación como guerrilla urbana de izquierda radical durante los años 1960 y principios de los 70). La palabra remite a la sublevación indígena en el Virreinato del Perú en 1780, encabezada por el líder indígena José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, y que fue reprimida con insólita reciedumbre por los españoles). Pues bien, fueron los Tupamaros quienes ejecutaron (el 10 de agosto de 1970 en Uruguay) al maestro de la tortura Dan Mitrione, un ex policía y agente de la CIA que enseñó métodos de interrogatorio y tortura a la Policía dominicana, y que realizaba sus actividades en RD bajo el nombre de Anthony Ruiz. Pues bien, el filme muestra la crudeza que va en aumento a medida que suceden los años y ninguno de los tres se tuerce, en vez de darse por vencidos a cada humillación o tortura, responden con altivez. No notamos apelo a la conmiseración, vemos individuos sin resignación ni autocompasión. Historia que, por mucho que relate cómo se les faltaba a la dignidad, presenciamos la fuerza interna del ser humano para sobrevivir. El filme procura descubrir cómo en esa epopeya de supervivencia, resistir es una actitud que logra mantener la dignidad a flote. ¿Por qué la dictadura militar los dejó vivir? Pues en uno de los diálogos un oficial les dice: “Los vamos a quebrar. Los volveremos locos”, ese era el objetivo al no poder eliminarlos físicamente como lo hicieron con centenares de sus compañeros. El filme se aleja así de cualquier explícito ideológico de izquierda para volcar todo su contenido en la batalla de la mente contra la opresión. Aunque vemos batallas individuales, es sobre el ser social que plantea su invocación sobre el espíritu y el gran amor que lleva a un ser humano a entregarse en cuerpo y alma a cuestiones más altas que su individualidad. En Netflix se encuentra con el título “A Twelve Year Night”.
HHHHH Género: Thriller carcelario. Histórico. Duración: 122 minutos

Posted in Crítica Cine

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