Es un filme necesario porque se dirige a contar la lucha de una mujer conocida en la historia estadounidense como Harriet Tubman, una mujer negra y esclava en un momento importante del pleno auge de la burguesía industrial en el siglo XIX de USA. Cuenta la historia que “nacida como Araminta Ross, fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos esclavizados en Estados Unidos. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos utilizando la red antiesclavista conocida como ferrocarril subterráneo.” (La Guerra de Secesión o guerra civil se dio de 1861 a 1865. Entre los 34 estados de Estados Unidos en febrero de 1861, siete estados esclavistas del sur individualmente declararon su secesión de los Estados Unidos para formar los Estados Confederados de América, o el Sur. Incluyó a once estados esclavistas. Se enfrentaron los estados que habían decretado el fin de la esclavitud contra los secesionistas de los Estados Confederados, que defendían mantener y expandir la esclavitud). Pues bien, el éxito de Harriet estuvo matizado por el apoyo de la burguesía industrial ‘antiesclavista’ lo que le permitió hacer mucho más, pues en la guerra civil lideró una batalla táctica que liberó a cerca de mil esclavos, y al final de su vida era líder en la lucha por el sufragio de la mujer. El filme retrata aspectos personales tales como las crisis convulsivas que sufría producto de un golpe recibido en el cráneo. Y este factor es usado en el filme de manera polivalente en presuntas visiones sobre futuros acontecimientos lo que viene a crearle un mito como beatífica que creaba un halo de ser supraterrenal que le facultaba mensajes de Dios ante eventos críticos. Esto es matizado en escenas con tonos cromáticos como componente transversal de su narrativa. Bien actuado en el papel protagónico, el filme no tiene un gran impacto en las plateas. Al alejarse de escenas de crueldad y tortura apenas tiene discurso de libertad, pero en su arenga no consigue entablar empatía en ningún momento. Esto ocurre por fallos estéticos. El guión en su ambición desmedida trata de abarcar multitud de eventos, pero las elipsis boicotean, el equilibrio de la puesta en escena, y el resultado no es armonioso entre la épica huida de los amos esclavistas de Harriet y la arenga político-ideológica con el que nos quiere empatizar –tarea difícil reservada a maestros que conocen el modo de crear interacción–. En Netflix con ese título. l
HH Género: Drama biográfico y esclavitud. Duración: 125 minutos