El cine es conciencia histórica, y cuando tratan asuntos de historia es doblemente valorado para que nos entendamos. A pesar de que la historia narrada en el cine pueda ser apócrifa. Si usted ve por ahí que le dicen otra cosa, empiece a dudar en el mejor de los casos. Aun las películas que no se corresponden con nuestros intereses o parcialidades, ellas muestran los intereses de quienes la hacen. Esta serie de Netflix relata un acontecimiento en la serie de conflictos que vienen ocurriendo en el Medio Oriente, precisamente la cuna de la civilización occidental. En 6 episodios se cuenta un trozo de la vida de Eli Cohen como espía israelí. En la década de 1960, a Eli Cohen lo entrenaron como un agente secreto del Mossad en un plan de desestabilización contra Siria. Usó como nombre ficticio “Kamel Amin Thaabet”. Dice la propaganda de la película que como parte de una larguísima misión que, a lo largo de los años, le llevó a cuestionarse si su lealtad a la patria era más importante que vivir una segunda vida en peligro constante lejos de su familia. El tipo de estructura narrativa es la forma que me gusta, empieza por el final de su vida cuando va a ser ejecutado, lo que le da el encanto necesario para enfocarse en cómo fueron los acontecimientos que lo llevaron a ese momento. A ese modo de relatar se le conoce como “ironía dramática” que muchos autores desde Sófocles, pasando por Shakespeare la han usado. Prepara personajes con un destino ineludible que nos dan a conocer pero que el personaje no, esto agrega permanente tensión a la narrativa en sustitución de suspenso pues vemos que cada acción del personaje le conduce al inevitable que no sabe que tendrá. Parece fácil pero no lo es en modo alguno y usarlo es tarea para quien elige contar así, eso lo dice la misma historia, es ella que te dice cómo quiere ser contada. Y esta serie la cuenta bien, tanto así que seduce y disimula cualquier desacierto de actuación, dirección, guión, y un sin fin del lenguaje cinematográfico (protagoniza Sasha Baron Cohen -”Borat”-. La fotografía en blanco y negro con excelentes tonalidades de gris y su música le dan un toque que retrotrae a la época que relata, manteniendo un especial ritmo sosegado y sin escenas estridentes pues el desenlace trágico ya lo es. En Netflix como SPY.
HHHHH Género: drama histórico.