La serie “Cien años de soledad”, en Netflix, empezó a seducirme en mitad del capítulo 3. Pero no es hasta el capítulo 4, con el título significativo de “El Castaño”, que viene cargado de acontecimientos y personajes que revitalizan la trama, y es cuando se produce una transición clave en José Arcadio Buendía ya adulto, que enloquece. Los guionistas le llamamos a esto “punto de inflexión en una narrativa”; y es cuando logra que la serie vuele y con ella nuestra imaginación, al intrigarnos y literalmente emocionarnos hasta más no poder por la formidable puesta en escena y las actuaciones. En el momento en que estalla la locura del personaje, notamos dos cosas: la puesta de escena (la teatralidad) magníficamente creíble y la exactitud en la gestualidad de Diego Vásquez que lo encarna, pero sobre todo en la expresividad de su mirar que marca la inflexión de un mirar “sano” a unos “ojos de loco”; que no es una mirada, es un ser humano que ve, pero no ve. Mirar y ver depende de la intención y la atención que se orienta en las imágenes que capta; y es que cuando se ve algo es un transcurso distante y mecánico. Muy contrario al mirar en que el cerebro procesa calidad en un acto intencional de observación y análisis que le genera una respuesta en milésimas de segundos, por supuesto cuando hay un desarrollo cognitivo sin tropiezos.
Llama la atención la posición de la cuerda que lo sujeta al árbol, pues esta apenas lo rodea sin nudos que le impidan desamarrarse. Como es una novela y no un diagnóstico médico, el tipo de padecimiento mental podría interpretarse como esquizofrenia; no obstante, puede suceder como en el fenómeno llamado ‘aprendizaje condicionado’, relativo a los elefantes jóvenes cuando se les ata con cuerdas fuertes imposibles de romper, y aprenden, mientras crecen estos elefantes, que no pueden escapar aunque se hagan mucho más fuertes físicamente, pero mentalmente se quedan atados. Eso expresa claramente que José Arcadio está atado mentalmente amarrado a un mundo y condición de la que nada ni nadie puede sacarlo. Esto nos retrotrae a la película “La Naranja Mecánica” (adaptación, guión y dirección de Stanley Kubrick), donde Alex, el protagonista, interpretado por Malcolm McDowell, es sometido a un proceso torturante de condicionamiento aversivo llamado “Ludovico” (un invento narrativo), que rompe su comportamiento violento y lo hace padecer malestar físico solamente de pensarlo. En Netflix como One hundred years of solitude.
HHHHH Género: documental. Duración: 8 episodios de 60 minutos c/u