Del latín, significa “para siempre”, sirve para justificar obstinación del protagonista que, como su padre, busca la justicia como si fuera herencia genética. El filme es de esos que se hacen rapidito, sin identidad ni nada propio; todo es cliché; recicla tramas y personajes sin más novedad que el tratamiento del embarazo en la esposa del protagonista que, al no ser deseado, se erige en un componente fundamental, puesto que agrega valor y efecto a los personajes y las emociones y la atención que surgen, hace de la chica al borde de parir una heroína fuerte y determinante, destaca aspectos que le son inherentes a la mujer a punto de dar a luz, como su resiliencia y su coraje al enfrentar desafíos físicos y emocionales. Tanto ella como su esposo reflejan incondicionalidad y el bebé en camino se convierte en una fuente de fortaleza sin medidas. Nos dice que el embarazo suele empoderar a una mujer, y darle un nuevo sentido a su vida y perspectiva sobre su capacidad y valor. Ambos, en la trama, están destinados a morir a manos de sicarios que han recibido esa orden, lo que es el mayor de todos los desafíos para cualquiera, pero además del hijo en camino que ellos esperan, ¿por qué están condenados a muerte? Pues ahí es donde meten a la CIA en una trama compleja donde apoya a grupos terroristas, como ya hemos visto el apoyo a grupos yihadistas en los años 80, como los muyahidines afganos, lo que contribuyó a la formación de Al Qaeda. También financió a los Contras en Nicaragua, vinculados al narcotráfico, durante el escándalo Irán-Contras. Armas enviadas por EE. UU. a rebeldes en Siria acabaron en manos del Estado Islámico. Y Francia no se queda atrás con su DGSE; ha intervenido en África para apoyar golpes de Estado y grupos armados. Lo hemos visto mucho en esta narrativa en que se denuncia el doble estándar de las democracias que critican el terrorismo, pero lo han utilizado como herramienta, al explorar el “blowback” –se refiere a las consecuencias no deseadas y a menudo negativas de las intervenciones y acciones de política exterior de un país–. La secuencia de acción se inicia cuando el protagonista acude con su equipo de gendarmes de élite (es policía) a un lujoso hotel por disparos, y ya allí se origina otro tiroteo y hay una masacre en la que queda vivo, pero empieza a investigar una posible corrupción internacional y es cuando el mundo se le viene encima. En Netflix.
HHH Género: Thriller. Duración: 95 minutos