El pasado lunes 15 de mayo se inauguró la muestra “Caribe en residencia I” en Casa de Italia en la Zona Colonial de Santo Domingo. Esta exhibición colectiva reunió a ocho talentosos artistas caribeños: Inés Tolentino, Miguel Ramírez, Charo Oquet, Raúl Morilla, Iris Pérez Romero, Johnny Benelli, Thelma Leonor Espinal y Orlando Menicucci.
Quedé cautivada por la variedad de medios y técnicas, bajo la curaduría de Iris Pérez Romero, quien se ocupó de asignar un espacio de preferencia a cada una de las creaciones entre instalación, cerámica, pintura, dibujo, escultura y arte objeto.
La instalación, como elemento central, establece un diálogo estético con las obras individuales, motivando a los visitantes a la reflexión. En el caso de Raúl Morilla ha repensando el Caribe, al retomar elementos del pasado aborigen que han logrado conservarse a través de la tradición oral. Usando hamacas como soporte, Morilla proyecta escenas de la memoria histórica.
Por su parte, Miguel Ramírez se sirve de paja orgánica para cuestionar la desidia de los burócratas que se sientan para teorizar y no logran solucionar los problemas que aquejan el lar nativo.
El colectivo de artistas ha logrado transformar el espacio en una narrativa visual en constante evolución, desafiando la convenciones tradicionales y explorando nuevas formas de expresión. Las texturas, los colores y las formas de las piezas cerámicas generan una atmósfera enigmática y seductora, invitando al espectador a sumergirse en el universo creativo de los artistas.
Las pinturas merecen una mención especial, ofreciendo una amplia gama de estilos y temáticas. Desde composiciones abstractas y vibrantes hasta ambientes figurativos cargados de crítica social como se registra en las obras de Iris Pérez Romero que muestra la vulnerabilidad del migrante yolero, mientras que Inés Tolentino, recrea féminas de pose tradicional y actitud pandillera, armas en mano.
Cada lienzo revela la sensibilidad y la destreza técnica de sus creadores. La paleta de colores utilizada refleja la vivacidad y la energía del Caribe, sumergiendo al espectador en un caleidoscopio visual de tonalidades radiantes.