Es impresionante la manera en que la familia de Sacha Tebó logra mantener vivo su legado, siempre reinventando la forma de exponer sus obras, con nuevas lecturas, e increíblemente, cuando uno creyó que conocía todo sobre este maravilloso genio de la creación, de repente se registran nuevas piezas, al tiempo de encontrar otros elementos en sus configuraciones. Así ha quedó evidenciado el pasado viernes 21 de febrero con la recién inaugurada muestra del artista, en Chavón La Galería en coordinación con la Fundación Sacha Tebó, bajo el título: “Caribe: La Magia del Color, del Maestro Sacha Tebó”.
Sacha es uno de los máximos exponentes del arte caribeño, dedicando buena parte de su producción al análisis e investigación de la cosmogonía aborigen. Y es que, siendo de origen haitiano, con ascendencia francesa y con varias décadas radicado en la República Dominicana, pudo comprender la trascendencia del proceso sincrético del que aflora el ente surgido en La Española, pues en su componente genético conserva un pasado histórico multiétnico que lo hace merecedor de una riqueza cultural sin precedente.
De hecho, la dra. Delia Blanco, al referirse a la muestra, plantea en su valoración crítica que “Sacha Tebó ha sido la referencia plástica y visual de un Caribe apacible, de convivencia y de hermandad en la que los sueños y la realidad son cómplices”.
Teniendo como base inmediata lo aborigen, Sacha se apropia de la volumetría y espacialidad cósmicas para imprimir en sus trabajos energía ancestral, matizada por elementos de la naturaleza que componen sus pinturas por medio de capas de cera de abeja, posible a través del empleo de la técnica encáustica. En esta entrega se destinan 15 ejemplares de la producción pictográfica del artista para el deleite de los espectadores, así como 3 trabajos escultóricos en bronce, por medio de los cuales se remite a un universo de formas en los que se percibe un efecto singular como si el espíritu del artista conviviera con cada uno de los elementos. La energía del artista, de su ser interior pulula en sus creaciones. Esta exhibición constituye un éxito más a la memoria de Tebó.
