El medio dominicano ha estado ávido de una revista especializada de publicación masiva. Y, aunque la buena voluntad siempre se ha mantenido, un proyecto editorial necesita de recursos económicos.
De manera que el regreso de la revista “País Cultural” se debe a los esfuerzos concentrados de la actual administración del Ministerio de Cultura. Nuestra enhorabuena a quienes con tanto esfuerzo y dedicación se han integrado para dar vida a tan valioso proyecto.
Conservo la esperanza de que, así como se ha recuperado un instrumento que surgió en el seno de una administración anterior, se le pueda dar seguimiento a todo lo bueno que se ha logrado en materia cultural.
Es muy importante que la cultura, amén de que a nivel institucional se encuentre regida por funcionarios que responden a un partido político, los proyectos que se emprendan sean inclusivos a fin de no limitar el proceso creativo.
“País cultural” tiene un poco de todo, siendo tan plural como es de multiétnico y multicromático nuestro Caribe y, en ello, nuestra República Dominicana. De esa misma forma esperamos se conserve, brindando la oportunidad a grandes intelectuales tanto nacionales como extranjeros que enriquecen el acervo cultural de quienes tengan la oportunidad de reposar en sus manos un ejemplar de la revista.
Por ejemplo: en “Ondina abraza la luz” de Daniel Baruc Espinal Rivera, tenemos un portal existencialista que combina nostalgia, memorias y enigma. A seguidas, el texto de Xabier Insausti, resulta tan sugerente como “Mecánica interna de un iluso”, obra de Jimmy Valdez Osaku.
Insausti, realiza un breviario sobre filosofía y sus principales exponentes, guiado por la imperiosa necesidad humana por conocer, pues como mismo apunta, es lo que “ha llevado adelante a la humanidad, la ha llevado a progresar, a avanzar”.
Por su parte, Miguel Aníbal Perdomo se adentra en la literatura dominicana, partiendo por el romanticismo bajo la premisa de que en esta etapa “el poeta reafirma sus raíces emocionales luego del lapsus racional que supuso el neoclasicismo”.
Perdomo se mantiene en línea histórica por los movimientos literarios internacionales, hasta llegar al postumismo con Domingo Moreno Jimenes y centrarse en el vanguardismo con Freddy Gatón Arce.