La plástica se presenta como una de las manifestaciones más potentes de la cultura dominicana, encontrándonos con desbordante creatividad, búsqueda, sentido crítico, polémica y compromiso social. De igual modo, es de las producciones más laceradas, descuidadas y desarraigadas.
Y es que el arte, además de inspiración, requiere de permanencia, vitalidad y, desde luego, precisa de recursos y medios. El artista es un generador de conceptos, los cuales transmuta por medio del diccionario que le ofrece los fundamentos de la forma y que alcanzan un nivel estético a partir de los significados y significantes como resultado de las configuraciones. No obstante, para lograr establecer una obra, además de la acción, insistimos, debe primar un apoyo sistemático para afianzar la producción y difusión de lo creado.
Por fortuna, el panorama artístico parece encontrar luz, ya que, luego de tres años, se reabren las puertas de la Galería Ramón Oviedo en el Ministerio de Cultura.
Se trata de un espacio renovado que acoge como primera entrega una muestra retrospectiva de autorretratos de ese coloso del arte dominicano que encarnó el maestro Ramón Oviedo, un ser de espíritu noble y trazo libre que supo ahondar en multiplicidad de estilos y técnicas.
El maestro ha sabido nutrirse de varios movimientos y tendencias, los cuales hace manifiestos en sus creaciones como homenaje a grandes figuras que como él han marcado la historia del arte universal, desde su espacio geográfico y en el momento oportuno, tal como lo consigna el crítico de arte Gamal Michelén citando a Kandinsky: “toda obra de arte, es hija de su tiempo…”.
Oviedo nació artista, sus manos fueron dotadas con la virtud del dibujo, ese que permite recrear la existencia a partir del soporte, al tiempo de dar vida en un mundo otro a lo que se creía imposible.
Ser sujetos receptores de OVIEDO “introspectivo”, es revivir al maestro, su arte y esencia. Los colores definen un viaje hacia el interior de las vivencias y memorias que, bajo el rostro del propio artista dejan ver sus motivaciones, además de las riquezas y miserias del sistema.