El pasado miércoles llegamos tarde al Centro Cultural Banreservas, no pudimos coincidir con el admirado amigo Mariano Hernández y su querida compañera de vida Silvia para darles un sentido abrazo que transmitiera el orgullo de ver materializada la obra “El arte en la cabeza, rostro de identidad”. No obstante, gracias a la generosidad y paciencia de Teresa Raulina Capellán Saad, que es la coordinadora de actividades del Centro, pudimos revisar y tomar notas para refrendar la valiosa publicación que Mariano nos entrega, la cual se convierte en memoria viva de su trayectoria y aportes a la tradición vernácula, al carnaval. La sensibilidad de Mariano, su nobleza de espíritu y la magia de captar la esencia de todo, nos permiten adentrarnos en su universo de color. En su obra no hay tristeza, sino pura alegría, lo que se percibe desde la portada misma del libro-catálogo “El arte en la Cabeza, rostro de identidad”, donde la expresividad del rostro del personaje carnavalesco de “Wampa”, es inmortalizada por su lente fotográfico.
Las imágenes se convierten en estampas que legitiman el proceso performático a través del cual decenas de artistas visuales dominicanos dejaron las huellas de sus producciones en un mismo rostro, el de Wampa, personaje que se ha convertido en un sello de identidad para el pueblo dominicano. Mariano es sinónimo de carnaval, pues por medio de su acervo fotográfico se conservan en el tiempo los registros de un proceso sincrético y catártico sin precedentes, el sentir del pueblo, su expresión interior. Como bien refiere en el prólogo de la obra el sociólogo y folclorista dominicano Dagoberto Tejeda Ortiz: “Una mañana de noviembre de 2014, con el objetivo de participar en la 28 Bienal Nacional de Artes Visuales, Mariano Hernández (…) concibió la idea de realizar una secuencia de ‘momentos’ del proceso de maquillaje, de la transformación del rostro de Juan Francisco de Jesús Vásquez Acosta en su conversión en Wampa, personaje de carnaval. Así se hizo. La artista visual Mary Espejo, presente, solicitó pintar a Wampa para crear otra máscara-rostro de carnaval. Mariano y Wampa accedieron. ¡Ahí mismo nació un proyecto visual singular!”. Continuará.