Desde hace algunos años, un colectivo de artistas ha sido convocado por diferentes entidades para participar en la creación de murales con el propósito de hermosear los espacios. De esta forma también se va generando mayor sensibilidad entre las personas que tienen la posibilidad de apreciar las obras recreadas sobre los diferentes muros, ya sea de forma pictográfica o a través del arte cerámico que han sido los modelos más característicos que hemos encontrado. Desde luego, no deja de aparecer uno que otro esgrafiado, pero es de las formas menos comunes en nuestro medio.
De manera que el arte mural lo tenemos con gran presencia, no solo en las grandes ciudades, sino que se ha venido incluyendo en algunos pueblos del interior, lo cual me alegra mucho, pues el arte es un medio muy efectivo para crear conciencia.
Felicitamos esta iniciativa acogida por artista como Alberto Bass, Oneida de Bass, Miguel Gómez, Antonio Guadalupe, Freddy Javier, Pedro Céspedes, Rafael Rodríguez, Osiris Gómez, Clinton López y Segundo Reynoso, quienes se han involucrado en el proyecto de la ruta de los murales donde además de Santo Domingo, han logrado dejar su impronta en lugares como Moca, Puerto Plata, San Francisco de Macorís y La Romana.
En poco más de un mes y, sobre todo y más importante, en medio de la pandemia del Covid 19, estos genios del pincel no han cesado de trabajar con la finalidad de presentar decenas de
murales históricos.
Este proyecto recrea escenas de nuestro pasado aborigen, de construcciones arquetípicas como la catedral y otras iglesias de carácter colonial, así como de los héroes de nuestra Independencia nacional, recogiendo momentos particulares de su proceso de consolidación. Asimismo, se encuentran recreadas escenas de la cotidianidad que revelan elementos identitarios como son los instrumentos musicales que integran el merengue típico como se aprecia en una composición de Alberto Bass en la que el realismo exalta la actitud de los personajes que ejecutan los instrumentos.