El ser humano nace con cualidades y virtudes asombrosas que debe cultivar en el camino. Es esencial tener actitud, pues se precisa dar un paso al frente para emprender cualquier acción. Los artistas son almas nobles que en su transitar se encuentran con sí mismos. Tienen la capacidad de ver la vida desde diferentes perspectivas y esto les conduce a crear nuevas realidades a través del arte.
El estado de ánimo juego un papel de primer orden en la producción visual, así como los hechos y las circunstancias. Conocer al artista y lo que le rodea permite una lectura más acabada de sus creaciones.
A veces crecemos y perdemos de vista la imaginación, pues nos dejamos consumir por la vorágine del día y dejamos a un lado la posibilidad de disfrutar de los placeres de la vida, muchas veces encapsulados en pequeños detalles. El arte nos brinda la oportunidad de viajar entre planos que dimensionan la existencia. Los colores tienen un efecto estimulador impresionante y, saber escoger lo que necesitamos observar sublima la existencia.
Todos estamos llamados a construir un legado, somos artistas con diferentes tareas en el mundo. Sea cual fuere nuestra función, procuremos hacerla bien, con amor, entrega, como una verdadera obra de arte. De ser así, esta manera de actuar dimensiona lo humano y produce un efecto armonioso en el ser, pues se ofrece lo mejor de uno y se recibe como recompensa la satisfacción del deber cumplido.
¿Por qué reparar en codiciar lo del otro en vez de enfocar la energía en luchar por lo que deseamos? No peritamos que la envidia, el resentimiento y el estatismo se apoderen de nuestra conciencia. Dejemos fluir la vitalidad del espíritu y, llenos de optimismo y fe, avancemos hacia la conquista de nuestros mejores deseos.
El éxito no llega sin esfuerzo, quejándonos, nunca lograremos nada. Hay que avanzar con pasos firmes para lograr la meta. Aunemos esfuerzo para juntos poder construir un gran legado, despertemos al artista que hay en cada uno y empecemos a llenar de color nuestros días.