¿Cuál es el rol del curador? El curador es un hacedor de lecturas e interpretaciones, incentivando la complicidad entre él o los artistas, las obras y los receptores, diagnostica tendencias, inclinaciones y las exigencias propias de la cultura y el arte.
La investigación es clave en el proceso curatorial, porque permite conocer los detalles alrededor del objeto de estudio, las motivaciones y subjetividades en el trasfondo. Los métodos para el análisis, heredado de la historia del arte, se muestran como elementos que propician lecturas coherentes y que aportan un discurso para la memoria histórica.
Y es que las exposiciones son transitorias, pero su fundamentación a través de la práctica curatorial permanece en el tiempo y sirve de guía a quienes se interesen por estos procesos. El curador se ocupa de generar una historia en relación con los elementos que se exhiben, explicando en detalle las motivaciones que inspiran el hilo conductor.
La correcta comprensión del trabajo curatorial depende en gran medida de la museografía. Para explicarlo más claramente, la curaduría recoge todo el haber teórico, mientras que la museografía todo lo práctico. Una es complemento de la otra, logrando crear un conjunto armónico y que facilita la comprensión de lo que se exhibe.
La curaduría es una práctica intermediadora, estrechamente vinculada a la actividad crítica, que agrega un grado de especialización mayor en el campo de la difusión cultural. Esta disciplina abarca tres dimensiones importantes: la axilógica (interpretación del valor), la expositiva (puesta en escena) y la hermenéutica (interpretación de la obra).
Se trata de conocer al artista y su obra, las características formales y estilísticas que definen el conjunto y, sobre esta base, analizar el espacio para la difusión de un pensamiento de orden lógico. Se podría decir que el curador se convierte en un topógrafo del territorio cultural en aras de situar al artista o grupo, al tiempo de revalorizar y legitimar su trabajo.
No cabe duda de que el curador es una figura comprendida entre la museografía, la crítica y la gestión cultural y es quien aporta los criterios rectores para la formación de colecciones institucionales, corporativas, privadas o particulares.