Yresulta que el paseo por la Calle Las Damas, en principio, puede resultar zigzagueante, toda vez que sales de un espacio para ir al que te queda en frente o, sencillamente, se puede optar por continuar el recorrido a mano izquierda.
No obstante, cuando vamos a la zona, aunque sea de pasada, nos gusta entrar en el Museo Trampolín, donde no solo los niños tienen la oportunidad de aprender sobre nuestro planeta tierra, el cuidado a la naturaleza y su conservación, sino que también los adultos, pueden tener acceso a cierta información de interés y disfrutar en familia de un espacio muy particular.
A la salida, nos adentramos en el edificio de la Sociedad de Bibliófilos y, en ocasiones, en el de la Academia de Ciencias, para luego interceptar el paseo del Conde en honor a Bernardino de Meneses y Bracamonte, mejor conocido como el Conde de Peñalba, quien defendió con éxito la ciudad intramuros de la invasión inglesa al frente del almirante William Penn y el general Robert Venables en el siglo XVII.
Cabe destacar que en la esquina Conde con Damas, además de la Academia de Ciencias, la Embajada de Francia –donde casi siempre hay una muestra de arte- y, al frente, lo que fuera la oficina de rectorado de la primera universidad del Nuevo Mundo, hoy: Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), se encuentra también el Hotel Hodelpa Nicolás de Ovando, el cual debe su nombre a quien fuera gobernador del Santo Domingo Colonial, conservándose en esa misma línea, la Capilla de los Remedios, la cual, fuera en su momento de carácter privado, correspondiente a la casa de la Familia Dávila, siendo hoy una de las casas que integran el hostal.
Merece la pena visitar el hotel, penetrar en sus patios interiores y detenerse un momento a disfrutar de la vista del Ozama y todo aquello que escapa a los muros de la antigua ciudad, incluida la magnífica visual de los puentes Juan Pablo Duarte y Profesor Juan Bosch. Continuará.