Es evidente que muchos artistas han incorporado la abstracción en su producción visual. Sin embargo, nos centraremos en algunos nombres que, más recientemente, marcan el desarrollo de este estilo en el contexto dominicano. En este sentido, es fundamental destacar a la maestra Rosa Tavárez, cuyo discurso impactante visibiliza el papel de la mujer en la sociedad. Asimismo, se registran artistas que han explorado la abstracción en etapas específicas de sus carreras o como un recurso integrado en su proceso creativo. Entre estos se encuentran Alberto Bass, Elsa Núñez, Rosalba Hernández, Hilario Olivo, Tony Capellán, Fernando Varela, Elvis Avilés, Amaya Salazar, Luz Severino, Julio Valdez, Eric Genao, Chiqui Mendoza, Inés Tolentino, Rafael Pérez Concepción (Chepe), Mariojosé Ángeles, Marcos Guerra y Oscar Abreu.
Por otro lado, hay quienes han abordado la abstracción de manera más precisa, enfocándose en las motivaciones cognitivas y estéticas que esta corriente ofrece. Esta lista incluye obras de Joel Gonell, Joaquín Rosario, Ramón Sandoval, Omar Molina, Reyes Ocre, Soraya Abu Naba’a, Ed Vásquez y, entre los más noveles, Yubo Fernández y Luis Ros.
Un ejemplo notable es Ed Vásquez, quien no solo experimenta con obras completamente abstractas, sino que también teje una trama en la que revela su realidad circundante. Esto lo logra al combinar elementos de figuración y abstracción en sus series “Pasarela” y “Manufactura”. A través de soluciones formales, el artista logra recrear un imaginario cargado de calidez y un fuerte sentido de pertenencia.
En el caso de Luis Ros, la abstracción toma un enfoque más emocional y estructurado. El artista expresa lo que lleva en su interior, y su vínculo con la música se refleja claramente en sus obras, conectando con la producción visual de Kandinsky al reducir la realidad a las emociones.
Paul Klee, uno de los máximos exponentes universales del arte abstracto, subrayó que “un pintor no debe representar lo que se ve, sino lo que se verá”. Efectivamente, el arte abstracto, que en sus primeros días fue considerado escandaloso al desafiar los modelos representacionales convencionales, se ha convertido en una herramienta poderosa para enmarcar discursos de denuncia social y crisis existencial.