Continúa a disposición del público la muestra “Por Amor al Arte” en Blue Mall Punta Cana. Y, dada la calidad de las piezas que se exhiben, he querido comentar brevemente lo que propone cada uno de los exponentes.
Pues bien, en el caso de Rosa Tavárez, advertimos un desenfado ante el medio que la acoge, mostrando mayor dinamismo en la aplicación del color, permitiendo que el espectador se sienta seducido por la forma en movimiento sobre fondo neutro. En tanto que Benjamín Cruz recrea un personaje de mirada imperativa que parece invitar al público a una fiesta caribeña, cargada de enigmas y aventuras en medio de colores lúdicos y sugerentes.
Cuando nos acercamos a la obra de Persio Checo, en ella, se plantea un universo zoomorfo en tonalidades ocres con fondo gris, aludiendo a un pasado tardío que se pierde en la memoria, mientras que Míster George nos revela el futuro, sumido en la decadencia en la que poco a poco el ser humano va transformando su entorno con su falta de conciencia y de respeto por la naturaleza.
En un punto intermedio tenemos a Ricardo Reyes, quien presenta una escena donde destacan el cúmulo de coletillas de cigarrillos y las botellas de bebidas alcohólicas.
Alex Stevenson, es mucho más Pop en su arte y, sirviéndose de algunos elementos como el paraguas, un florero y hasta un par de zapatos femeninos, recrea un ambiente surrealizante.
Stevenson logra armonizar una suerte de elementos discordantes, pero que en el conjunto mandan un mensaje de alerta al espectador respecto el significado y significante de cada objeto.
Por su parte, Juan Uribe y Angelo Dulay convierten la imagen femenina en su fuente de expresión, ubicando el rostro en primer plano, destacando todas las facciones, con énfasis especial en la mirada, volviéndola más seductora. Ambos artistas, edulcoran la mujer y la presentan como un símbolo de encanto.
En el caso de Andrés Paredes y Óscar Beleño, en sus representaciones se recurre más al detalle, a exaltar los pequeños elementos que hacen de la obra una pieza de gran valor estético, ya sea por el tratamiento del color, los efectos de luces y sombras, el realismo en cada elemento o, sencillamente, por la luminosidad que impera en la composición.