Cuando regresé de Cuba, egresada de la carrera de Historia del Arte, tenía la esperanza de que el Estado me brindaría una oportunidad para poner en práctica los conocimientos adquiridos. En mi ir y venir en busca de empleo y promoviendo proyectos independientes, conocí a la señora Altagracia Corletto de Olmos, cariñosamente conocida como Tati Olmos.
Desde el primer día, Tati fue la persona más solidaria que he conocido, siempre dispuesta a apoyar y, sobre todo, a conectar a las personas. A Tati le debo mi vínculo con Eridania Mir, con quien colaboré inicialmente en la propuesta que daría lugar más tarde a la Fundación de Patrimonio Cultural de la Dirección General de Aduanas, aunque mi participación quedó finalmente nula.
Durante mis frecuentes visitas a la casa de doña Eridania, primero mientras vivía en Santo Domingo por mis vínculos con la Galería de Arte Nader, y luego, viajando desde mi natal Santiago Rodríguez, comencé a interesarme por rescatar su producción visual. Pasaba horas infinitas en sus archivos, descubría y organizaba material que nos permitiera armar un libro.
Desayunaba, comía, merendaba y cenaba en casa de doña Eridania, famosa por sus deliciosas recetas de berenjena. Conocía cada rincón de su hogar, me sentaba en su escritorio, rebuscaba en todos los cajones, descolgaba y colgaba cuadros y dibujos. Exploraba sus carpetas; íbamos juntas a casi todas las exposiciones o, en ocasiones, nos encontrábamos en ellas. Era como una nieta más.
Prefiero recordarla en esa etapa dorada en que la complicidad y el sentido de hacer nos unieron, y fue esa unión la que nos permitió entregar al público el libro-catálogo Eridania Mir: la esencia de una creadora. En él se integraron muchas de sus obras, junto a dos textos fundamentales de los especialistas Danilo de los Santos y Myrna Guerrero.
Casi la totalidad de las piezas contenidas en la obra, pudieron ser presentadas en una cuidada exposición retrospectiva en el Centro Cultural Mirador Santo Domingo en 2013. Fue mi mayor homenaje a una de las primeras egresadas de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Lamento profundamente su pérdida.