No escapa a mi memoria aquel septiembre de 2008 que por invitación del periodista y escritor Alfonso Quiñones visité por primera vez la Galería Nader para la presentación de una muestra de la artista visual dominicana Clara Ledesma, escenario en el que se pondría en circulación el libro-catálogo “Clara Ledesma: reino de fantasías”.
En aquel momento me encontraba aún en los afanes de mi tesis de licenciatura y aquella publicación resultaba de gran interés para completar mi investigación, pues en la misma procuraba abordar el universo visual de Clara Ledesma, partiendo de un análisis estético visual de sus obras en colecciones de arte dominicanas.
Y es que esta genial artista tuvo la oportunidad de visitar diversos países, asumiendo varios espacios como residencia. No obstante, donde más tiempo permaneció, aparte de su media isla, fue en la ciudad de Nueva York donde pasó sus últimos días.
Pero volviendo a la Galería Nader y al día de la presentación de las obras de Ledesma, resulta que esa misma noche fui introducida por Quiñones ante las principales figuras del mundo cultural local, entre las que se encontraba el artista Alberto Bass, quien para ese entonces fungía como Presidente del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP).
El tiempo ha transcurrido y el destino ha permitido que tenga el privilegio de seguir de cerca la trayectoria de Bass, quien, a mi juicio, es uno de los artistas más sobresalientes de su generación, cuyas obras bien pudieran asumirse para desarrollar una marca país.
Y es que Alberto Bass se ha encargado de recoger las imágenes de nuestra identidad como nación, al captar la esencia de nuestra gente, nuestros paisajes y escenas cotidianas. Su capacidad productiva no tiene límites. Le visitas hoy y te muestra 20 cuadros, y a la semana siguiente te sorprende con una suma similar o superior. Todos de una calidad impresionante en sentido tanto estético como conceptual.
El Estado, debería asumir como política cultural las obras de artistas de este nivel, como Alberto Bass, Clara Ledesma y tantos otros que ponen en alto la dominicanidad.