Por medio del hombre anónimo que propone Gilbert Kieffer, podemos adentrarnos en los vericuetos de la política internacional, siempre manejada antojadizamente por terceros que se mantienen en sombras, pero que, en su estadío de figurada inexistencia, van acumulando poder. Se juega a la tradición y, más recientemente, al nacionalismo.
El mundo, según las apreciaciones del autor, se ha tornado como un juego en el que la diplomacia tiene un rol de vital importancia. Para explicar mejor su teoría, Kieffer se sirve del arte, teniendo en cuenta una obra capital de Hans Holbein el joven, intitulada “Los embajadores” que se encuentra en la Galería Nacional de Londres. En efecto, un cuadro siempre tiene algo nuevo que aportar en función de la experiencia del receptor y su nivel de sensibilidad, pero también, hay que tener en cuenta que cada composición es creada con un fin y, la más de las veces, la función histórico-social es la que permea para que se suscite la trascendencia de lo creado en tanto obra de arte.
“Los embajadores” de Hobein integra las figuras de Jean de Deinteville, embajador de Francia en Inglaterra hacia finales de 1533 y, a la derecha, Georges de Selve, obispo de Lavaur, ocasionalmente embajador ante el Emperador Romano Germánico, la República de Venecia y la Santa Sede.
Esto es muy importante, porque para ese entonces Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico tenía el mayor poderío, situación que dejaba en posición incómoda al resto de los reinos vecinos. De ahí que se suscitara una alianza estratégica entre Francia e Inglaterra y se negociara la bula para separar a Enrique VIII de Catalina de Aragón para que Inglaterra no tuviera compromisos con la parte hispánica y, junto a los franceses, ampliar sus tentáculos que en el tiempo es lo que ha pasado.
Desde la contemporaneidad, es fácil advertir que, en un reino, hay anónimos que van concentrando poder, eso pasa a menudo, pero casi siempre es perceptible cuando ya es demasiado tarde. ¿Alguna relación con la realidad actual o, es simple coincidencia?