La evolución del concepto de cultura, considera la educación como un aspecto capital en su definición, pues sin ella, los procesos no alcanzan el éxito esperado, ya que es la base para poner en marcha buena parte de los procesos desde que surge la vida que es el principal derecho, teniendo como eje la dignidad humana.
La segunda mitad tanto del siglo XVIII como del XIX van a ser definitorias en la conquista de los Derechos Humanos (DD HH) y del Derecho Internacional Humanitario (DIH), pues en materia de derechos humanos se registra la Declaración de Virginia (1776) y la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano (1789), la primera en América y, la segunda, en Europa.
En lo que atañe al DIH tenemos la Convención de Ginebra (1864), la cual se concretó luego de que Henri Dunantinterviniera en la Batalla de Solferino para ofrecer asistencia médica a los heridos en combate. Esta experiencia guía a Dunat a solicitar la creación de un cuerpo de voluntarios para socorrer a los heridos de guerra sin distinción de bandos, y es lo que más tarde inspira la creación de la Cruz Roja.
Y, aunque en los documentos referidos no se hace referencia al derecho a la cultura de manera taxativa, estos dan origen a un estado de conciencia para la regulación de los derechos humanos en general. Es luego de la Segunda Guerra Mundial, que se establece un nuevo orden y se entiende que hay que buscar la manera de reducir los efectos de los conflictos armados y la protección de los ciudadanos en condiciones vulnerables. De manera que el derecho a la cultura no escapa a este proyecto por ser el medio por excelencia para preservar la memoria histórica.
De manera que con la firma de la Carta de las Naciones Unidas (1945), se abre un nuevo e interesante capítulo en la historia, a partir de la creación de la Organización de las Naciones Unidas, que es el principal acierto del documento. Continuará.