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Intentar la periodización de la obra de cualquier artista resulta sumamente complejo. Normalmente se recurre a diversos anclajes que denotan una evolución formal, temática y conceptual basada en la suplantación de diferentes etapas sucesivas. El caso de Clara Ledesma resulta harto difícil porque esas etapas se dan en simultaneidad luego de su paso por la Escuela Nacional de Bellas Artes. Desde esta perspectiva observamos dos grandes períodos: uno anterior y otro posterior a sus estudios académicos: autodidacta el uno, y académico el otro.

El primer período correspondería al arco temporal anterior a 1942, en el cual Ledesma acudió al taller de Yoryi Morel. El nombramiento de autodidacta para este momento si bien pudiera resultar ambiguo, permite diferenciar el tipo de aprendizaje existente entre un Taller y una Escuela de Arte. El resultado pictórico en la obra de la artista así lo avala.

Su espíritu fabulador la lleva a crear espacios surreales en Sin Título (1939). La obra es un paisaje urbano dividido en dos amplios planos lumínicos: uno en penumbras y otro soleado. Una estrecha callejuela colonial, con viviendas corridas cuyos balcones a la izquierda están llenos de plantas mientras a la derecha una arcada marca el soportal y un farol delimita la penumbra de este primer plano, que deja ver una iluminada catedral gótica que cierra la visual citadina. Dos ideas se contraponen: una conceptual –quizá inconsciente-, y otra visual. Ledesma solo tenía 15 años cuando realizó la obra y su vida transcurría entre Santiago de los Caballeros, los libros y la mítica Europa, de ahí la ciudad híbrida entre lo conocido y lo fabulado, la parábola espacial, temporal y cultural creada. Esta estrategia conceptual surrealista es apoyada por una visualidad también surrealista que parte del contraste de planos pictóricos, en este caso, uno en penumbras y otro a la luz enceguecedora del trópico. Técnicamente, la obra es trabajada a base de pinceladas que renuncian al detalle de las formas para interesarse por el juego retiniano de la impresión lumínica sobre las cosas.

Posted in Crítica Arte

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