Sin mayor distracción en el título de la propuesta de arte dominicano en El Salvador, hay que reconocer el esfuerzo de la misión diplomática de la República Dominicana en el país centroamericano por exaltar nuestra cultura.
La puesta en vigencia de las obras de los artistas dominicanos: Elsa Núñez, Antonio Guadalupe, Rosa Tavares, José Perdomo, Geo Ripley, Lizet Mejía, Hilario Olivo y Genaro Phillips, sugiere un encuentro anacrónico, en la búsqueda incesante de los elementos que develan el proceso de simbiosis que conforma su identidad.
Se puede afirmar que el color juega un papel de trascendental importancia en la producción visual de estos creadores, otorgando real protagonismo al manejo de la luz del trópico, pues permite crear mejores efectos en el cuadro. Y es que, nos encontramos ante un selecto grupo de artistas, donde cada uno va generando emociones distintas en función de lo observado y aprehendido.
Unos más sobrios en una suerte de ocres y tonos neutrales y, otros, más atrevidos y elocuentes mediante el uso de tonos vibrantes en la escala de primarios.
A las obras le acompañan textos poéticos de importantes escritores dominicanos como: Ángela Hernández, Basilio Belliard, Dionisio de Jesús, Mateo Morrinson, León Feliz Batista, Plino Chaín, José Mármol y Soledad Álvarez.
A propósito de la noche inaugural, el embajador dominicano en El Salvador, Dr. Fernando Pérez Memén, expresó que la “República Dominicana tiende un abrazo fraterno sustanciado por nuestros valores culturales y estéticos expresados en la obra de 8 de nuestros Maestros, a esta tierra poseedora de admirables valores culturales”. Asimismo, agregó que “cree firmemente en la Diplomacia Cultural efectiva, porque ayuda a unir más a los pueblos y naciones en la búsqueda suprema de los valores estéticos y humanos más esenciales (…).
En palabras del viceministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Víctor Lagos, esta muestra constituye un llamado “para que otras Embajadas y Misiones acreditadas en esta nación imiten este gesto de los dominicanos y cada semana cuelguen en estas paredes obras de sus artistas más importantes y empiecen a hacer historia en El Salvador”.