Penetrar en los muros de lo que fuera el espacio de unión con Dios de la familia Dávila y encontrarnos con “Universo Fractal” del artista visual dominicano Amado Melo, permite un intercambio de energías tanto celestiales como cósmicas. Las piezas se adhieren al espacio como si su naturaleza fuera la de permanecer en él.
Se trata de una interesante muestra coordinada por el artista y gestor cultural Hilario Olivo a través del Ministerio de Cultura, donde nos encontramos con un universo de formas geométricas inundadas de color. Los que hemos tenido la oportunidad de conocer el trabajo de Amado Melo, estamos conscientes de sus múltiples reflexiones en relación a lo cósmico. Para este creador, el universo irradia una fuente de energía que va en contacto directo con el ser sensible. De este modo, sus formas factrales, en tanto geometría sagrada como le llama, son una especie de elemento que va a activar nuestra conciencia por medio de los sentidos.
Como bien expone el artista “casi todas nuestras experiencias de meditación se centran en el hemisferio derecho de nuestro cerebro –el cual- rige nuestra naturaleza intuitiva, emocional, sensitiva, creativa, etc. Al dibujar y observar estas figuras que componen la geometría sagrada, comenzamos a describir el tejido mismo de nuestra realidad (…), en un lenguaje que el lado lógico pueda entender (…) –ofreciéndole- al lado izquierdo de nuestro cerebro una explicación lógica de la unidad de todas las cosas”.
Amado Melo define el factral como “un objeto semigeométrico cuya estructura básica fragmentada o irregular, se repite a sí misma a diferentes escalas. Todos los fractales tienen algo en común, ya que (…) son el producto de la reiteración, y repetición de un proceso geométrico elemental que da lugar a una estructura final de una complicación aparentemente extraordinaria”. En líneas generales, el artista lo que procura es la creación de nuevas sensaciones por medio del efecto perceptivo. Para ello conecta la mente con la parte espiritual del ser con el universo, promoviendo de este modo un estado de la conciencia que trae consigo una energía nueva e inspiradora.