Tengo motivos para celebrar, sentirme orgullosa y honrada. Las razones son muchas, pero quiero destacar el honor de ser parte de la Asociación Dominicana de Historiadores de Arte (ADHA), presidida por la doctora Paula Gómez Jorge, entidad que el día de ayer reconoció como Miembros de Honor a los historiadores del arte Danilo de los Santos y María Ugarte en la sala de actos del Archivo General de la Nación. A Danilo, me unieron lazos afectivos y profesionales. Cuando inicié mi proyecto de tesis sobre la obra de la artista visual dominicana Clara Ledesma, de forma generosa y solidaria, llegó a facilitarme documentos de gran valor para el desarrollo de mi tema.
Recién graduada, aceptó compartir publicación conmigo al abordar la obra: “Eridania Mir: la esencia de una creadora” (2013), donde también escribe la historiadora de arte Myrna Guerrero, actual directora del Museo Bellapart. También se suma la publicación conjunta: “El primitivismo mágico de Justo Susana” (2014), bajo la coordinación de la Galería de Arte Nader. Danilo seguía con atención mis pasos en el arte y fue mi principal crítico. En momentos de malos entendidos, siempre mantuvo su trato cordial y afectivo hacia mí. A mi juicio, Danilo puede considerarse el padre de la historia del arte dominicano al compilar las “Memorias de la pintura dominicana” (2003-2009). Integrada por 10 Tomos con el auspicio del Centro León Jimenes. Estos textos abordan el arte dominicano desde la etapa aborigen y colonial hasta inicios del siglo XXI. En cuanto a María Ugarte, no tuve el honor de conocerle personalmente, pero el destino me guió a la que fuera su casa: El Caribe, medio al que dedicó buena parte de su vida. Desde 1948, estuvo como asistente del director y, luego, como encargada del Suplemento Cultural. Doña María nos dejó un gran registro bibliográfico en materia cultural, sobre todo respecto a la Ciudad Colonial. Destacan los títulos: “Monumentos Coloniales” (1977); “La Catedral de Santo Domingo, Primada de América” (1992); “Iglesias, Capillas y Ermitas Coloniales” (1995), “Estampas Coloniales” (1998) y “Fortificaciones coloniales de Santo Domingo” (2011).
