En esta oportunidad conversamos con un joven artista que día tras día trabaja por lo que más le gusta y apasiona, el arte. Un mundo al que pertenece no por casualidad, ya que nació en el seno de una familia donde siempre estuvo presente desde que tenía uso de razón. Nuestro entrevistado recuerda: “A los siete años comencé a estudiar música y a los ocho mi madre me compró mis primeras témperas, yo mismo hacía los pinceles con las brochas viejas de mi padre”. Ya a los catorce vendía sus pinturas a familiares y conocidos, lo que sembró en él las semillas que más tarde brotaron y le hicieron entender que este sería su oficio de por vida… Desde entonces no ha podido ni está em sus planes dejar de pintar.
¿Tienes algún referente en tu carrera artística?
Cuando naces bajo mi situación sólo quieres crear y que el mundo interprete. Que las personas aprendan lo que quieres decir, lo que sientes, lo que ellos no saben y tú sí. No piensas tanto en referentes. Pero mi padre, José Arquímedes Andújar, es lo que yo llamaría el artista perfecto: inteligencia, paciencia, respeto, humano, y lo más importante, vive su propia creación. También está mi tío, a quien no tuve el placer de conocer, Plutarco Andújar, maestro de maestros de la plástica dominicana. Diría que mis inicios se los debo a él, para mí, uno de los artistas dominicanos más grandes. Aunque quisiera destacar que soy muy universal en cuanto a influencias; hasta el silbato afinado del señor de la esquina me influye. El mundo siempre puede ser más amplio que ciertas ideas, pero no nos damos cuenta. Así de simple.
¿Cómo entiendes que ha evolucionando tu trabajo hasta la actualidad?
Soy un artista autodidacta, que a través de los años se ha interesado por mostrarle al mundo que existen otras vías, formas y técnicas para crear e interpretar.
¿Qué temas te conducen a plasmar tus ideas en el lienzo?
Primero la música, es lo que me mueve a pintar. Y como me gustan los maestros trovadores, mis temas son muy sociales y pasionales.
Y referente a las técnicas, ¿cuál es tu favorita?
Me encanta el pastel, sin embargo, las técnicas nunca han limitado mis muñecas. Me gusta crear en el más amplio sentido de la palabra.
¿Por qué cosas debería preocuparse un artista de nuestros días?
En mi opinión, de las personas que cuando te compran una obra dicen “es para ayudarte”. Y de no caer en el plano que la sociedad define como artistas “buenos” a quienes simplemente “venden”. No convertirse en un artesano. Ser genuino, o al menos tratar de serlo.
¿Qué es lo más gratificante del mundo del arte?
Darse cuenta en el rostro de una persona que eres lo más parecido a Dios, un creador. También, tener la oportunidad de conocer a artistas grandes de corazón, y que ellos piensen también que lo eres… Es lo que más disfruto.
¿Y qué no tanto?
Lo que no me gusta es que mientras unos viven hablando de temas irrelevantes e intereses personales… nosotros estamos cargando con el mundo y su dolor.
¿Planes futuros…?
El futuro es justo esta entrevista. Realmente mi plan más descabellado es llegar a ser uno de los artistas más grandes de la historia.
¿Cómo evalúas la escena artística nacional?
No me gusta referirme al arte en un país donde todas las personas, incluyendo los críticos, galeristas, profesores… tienen su mirada puesta en otros asuntos. Yo sólo quiero crear. Si por mí fuera, en vez de pagar impuestos debería ser obligatorio llevar una obra o poesía a la DGII (risas).
¿Te has visualizado en otra cosa que no sea la pintura?
En la música únicamente. La música es vida.
¿Compartes esta carrera con otro oficio o pasión?
Amigos cantantes me llaman para colaborar, a quienes les ayudo con distintos arreglos corales, y lo que más me gusta: compartir con mis amigos y hermanos. Todo el que tenga amor para brindar aquí lo espero.
Iniciativa
La República Dominicana necesita de personas y organismos que incentiven las artes en todas sus manifestaciones”.
Visión
Mientras siga creyendo en mis ideales, mientras mis amigos no cambien, mientras respire amor y devuelva lo mismo, mientras tenga los pies en la tierra, mi arte será genuino”.
