Las mujeres participaron de diversas formas en la lucha por la independencia de los países de América Latina y el Caribe. Estuvieron involucrada no solo en acciones militares sino también, a través de la consejería, la mensajería, la enfermería, la cocina, etc. En los últimos años la historiografía latinoamericana y caribeña influenciada por la historia social y las nuevas tendencias historiográficas han ido trabajando cada vez más el papel de las mujeres en los procesos históricos que marcaron la historia de la región.

Relacionado con la independencia de los países de la región existen trabajos generales que constituyen aportes significativos al estudio y comprensión de la participación de la mujer en estos procesos. Cabe resaltar la obra compilada por Sara Beatriz Guardia “Las mujeres en la independencia de América Latina”, 2010; el trabajado coordinado por Francisco Martínez Hoyos “Heroínas incómodas. La mujer en la independencia de Hispanoamérica”, 2012; “Espías, mensajeras, costureras, guerreras: las mujeres en la independencia hispanoamericana” de la autoría de María Luisa Laviana Cuetos, entre otros.

En el Gran Caribe también se han realizado trabajos puntuales, aunque de forma desigual. México, Venezuela, Colombia y Cuba es donde más se ha trabajado, aunque con múltiples líneas de investigación pendientes. En México se destaca “Ellas, que dan de qué hablar. Las mujeres en la Guerra de Independencia”, de Carmen Saucedo Zarco; “México, independencia, mujeres, olvido, residencia, rebeldía, dignidad y rescate”, de María de J. Rodríguez Guerrero. En Venezuela hay que destacar el trabajo “Mujeres e independencia: Venezuela 1810-1821”, de Mirla Alcibíades y en Colombia “El papel de la mujer en la independencia colombiana”, de Ligia Machado Pardo, así como “Resistencia y reivindicaciones de las mujeres en las guerras de independencia de Colombia: una aproximación a través de sus cartas y reclamaciones”, de Roger Pita Pico. En Cuba dos trabajos en los últimos años es necesario resaltar “La participación femenina en las Guerras de independencia: una mirada historiográfica desde la contemporaneidad”, de Damaris Amparo Torres-Elers y “El legado de las mambisas afrodescendientes a la guerra de independencia cubana”, de Ana García Chichester.

En la República Dominicana, Carmen Durán es una de las que más trabaja el tema de la mujer en la historia incluyendo su obra “Historia e ideología: mujeres dominicanas, 1880-1950”. Con respecto al tema de la independencia, algunas mujeres que tuvieron una participación en la independencia aparecen en artículos de periódicos y en obras generales. Sin embargo, hay que destacar la obra “La mujer en la gesta heroica de la independencia nacional: lágrimas, sacrificio y renunciamiento” de Rosa Lebrón de Anico y el trabajo de Vetilio Alfau Durán “Mujeres de la independencia”. En este último trabajo Alfau Durán reconstruye la vida de Micaela de Rivera, Manuela Díez y Jiménez, Josefa Antonia Pérez de la Paz, María Baltasara de los Reyes, María Trinidad Sánchez, Ana Valverde, Filomena Gómez de Cova, Rosa Montás de Duvergé, Froilana Febles, Petronila Abreu y Delgado, Rosa Bastardo de Guillermo, Rosa Duarte y Díez, María de Jesús Pina y Concepción Bona. Precisamente el pasado 6 de diciembre se conmemoró el bicentenario del nacimiento de esta última mujer que estuvo involucrada de forma valiente en la lucha por la independencia nacional.

María de la Concepción Bona y Hernández nació el 6 diciembre del año 1824, dos años después que Jean Pierre Boyer ocupara la parte oriental de la Isla y que pusiera fin al Estado Independiente del Haití Español que había proclamado el 1 de diciembre de 1821 José Núñez de Cáceres. Era hija de Ignacio Bona y Juana de Dios Hernández. Además, de Concepción, el matrimonio Bona-Hernández, procreó a María de Paula, Manuel de Jesús, Agueda, Ignacio, María Balbina, María Mercedes, Antonio, Juan Inocencio, Rafaela, Estanislao y María Altagracia Bona Hernández.

Contrajo matrimonio el 2 de junio de 1851 con Marcos Gómez y Carvajal de cuyo matrimonio nacieron Eloísa, Marcos Antonio, Manuel de Jesús, Rafael María, José María y un segundo José María. Murió el 2 de julio de 1901. El 6 de diciembre de 1986 el entonces presidente Joaquín Balaguer mediante el Decreto número 453-86, dispuso el traslado de sus restos al Panteón Nacional los cuales fueron exaltados, el 25 de febrero de 1987.

Concepción Bona creció en un ambiente familiar marcado por las ideas independentistas y la causa patriótica de Juan Pablo Duarte. Su padre Ignacio Bona, fue uno de los firmantes del Manifiesto del 16 de enero de 1844 que es considerada como el “Acta de Independencia dominicana”. Su madre Juana de Dios Hernández era prima de Josefa Brea Hernández, esposa de Matías Ramón Mella, uno de los Padres de la Patria y su primo Pedro Alejandro Pina fue uno de los fundadores de la sociedad secreta la Trinitaria y muy cercano al Padre de la Patria Juan Pablo Duarte. Es necesario resaltar que, Duarte era compadre de Pina por el bautizo de Aurelia Pina y Juan Pablo Pina. Además, como señala el historiador Edwin Espinal, Duarte fue testigo de la boda de los esposos Francisco Saviñón Pereyra y Águeda Bona Hernández, hermana de Concepción Bona Hernández.

Se involucró desde muy joven en las luchas por la independencia nacional. Junto con otras mujeres confeccionó la bandera que ondeó el 27 de febrero de 1844. Durante la Guerra Restauradora “ofreció su hogar y su respaldo económico a los soldados de la Restauración embarcados en combatir la anexión a España” (Peña, 2003).

El contexto del bicentenario de su nacimiento es una oportunidad para resaltar por un lado la necesidad de seguir trabajando el papel de la mujer en los procesos históricos nacionales desde diversas perspectivas. Por otro, es necesario resaltar el legado de esta heroína para la juventud, la mujer y la sociedad dominicana en general. Mujer de virtudes cívicas, espíritu patriótico, valiente defensora de la libertad y la soberanía nacional hoy constituye un ejemplo para la juventud y la mujer de compromiso ciudadano y de lucha por los mejores intereses de la República Dominicana.


Centro estudios caribeños. PUCMM.

Posted in Cultura

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas