Introducción
La historia de los pueblos, grupos étnicos y familias colman de ejemplos la afirmación: los sufridos son los que heredan la tierra, mientras que los opresores e instalados pierden sus puestos y su fortuna.
- Los dictadores
Sobre las ruinas y cenizas de las dictaduras están colocados, como héroes, los encarcelados, los deportados por la mano férrea del dictador.
¿Dónde están los malvados, los opresores? Ya no están. En su época, ellos, sus hijos y allegados llenaban los salones y hacían la fiesta. Han desaparecido. Hoy, los sufridos de ayer y sus descendientes, poseen el mando y reciben aplausos.
¿Qué mérito tiene la descendencia de los Padres de la Patria o la de los mártires de la dictadura? Ninguno. Ellos confirman la afirmación, avalada por los siglos: los sufridos heredarán la tierra en sus hijos y descendientes. - La raza negra
¿Habrá sobre la faz del planeta un grupo racial más sufrido y oprimido que los de la raza negra?
Han sido vendidos como esclavos, sometidos a los más crueles tratos, humillados, vejados. No solo durante un tiempo o una generación. Lo han sido durante largos siglos. Podría esperarse de tales maltratos que terminarían exterminados.
Sin embargo, han sabido emerger de la oscuridad de la esclavitud y de las mazamorras con una sonrisa en los labios, con un ritmo musical que contagia al mundo entero, con una fortaleza genética y cultural que deja su sello dondequiera que se hace presente. Han roto las cadenas y caminan con la frente en alto, libres llenando las calles de la tierra.
¿Dónde están sus antiguos opresores y esclavizadores, los malvados que se alimentaban de sus sudores y de su sangre, instalados en grandes mansiones y haciendas?
Ya no están. Los restos que quedan de ellos han sido absorbidos por los negros y permanecen en los mulatos y mestizos.
Junto a la raza negra podrán colocarse los judíos, de raza semita. El antisemitismo se esparció por la tierra durante casi diecinueve siglos, persiguió con furia a los israelitas, hasta el malvado holocausto de Hitler.
¿Dónde están los antiguos perseguidores de los judíos, que los expulsan de nación en nación?
Ya no están. Sin embargo, fueron absorbidos por la raza judía y hoy hay judíos de todas las nacionalidades.
Junto a negros y judíos podrán ponerse otras razas y etnias. Pero en todos los casos la conclusión es la misma: los sufridos son los que, finalmente, terminan heredando, poseyendo la tierra. - El Salmo 37 (36)
Los salmos se atribuyen al Rey David, que vivió un milenio antes de Cristo, hace 3,000 años. Son poemas, que recogen, bellamente, hechas oración, la experiencia y la sabiduría del pueblo de Israel, a la luz de su encuentro con el Dios vivo y vivificador.
El Salmo 37 (36 en la numeración de la versión llamada “vulgata latina” de San Jerónimo) tiene las siguientes estrofas o versículos, donde trata el conflicto interno que se presenta al hombre bueno justo y sufrido frente al malvado que triunfa y prospera.
Dice el salmista:
“No te exasperes por causa de los malvados ni sientas envidias de los que obran el mal: se secarán pronto, como la hierba, como el césped verde se secarán”. “Confía en el señor y haz el bien habita tu tierra y mantente fiel… Él hará brillar tu justicia como el amanecer; Tu derecho como el mediodía”.
“No te exasperes por el hombre que triunfa empleando la intriga:
cohíbe la ira, reprime el coraje, no te exasperes, no sea que obres mal, porque los que obran mal son excluidos, pero los que esperan el Señor poseerán la tierra”.
“Aguarda un momento: desapareció el malvado, fíjate en su sitio: ya no está; en cambio, los sufridos poseen la tierra y disfrutan de paz abundante”.
“Los malvados desenvainan la espada, asestan el arco para abatir a los pobres y humildes, para asesinar a los honrados; pero su espada les atravesará su propio corazón, sus arcos se romperán”.
“Mejor es ser honrado con poco que ser malvado en la opulencia; pues al malvado se le romperán los brazos, pero al honrado lo sostiene el Señor”.
“Fui joven, ya soy viejo: nunca he visto a un justo abandonado ni a sus hijos mendigando el pan, bendita será su descendencia”.
“Los justos poseen la tierra, la habitarán por siempre jamás”.
Jesús, en su Evangelio, reafirmó la enseñanza de los salmos, clamando desde una montaña: “Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra” (Mateo,5, 4).
Conclusión
CERTIFICO que el contenido de este trabajo fue extraído de mi libro “Valores y virtudes”, páginas 267-271.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los quince (15) días del mes de agosto del año del Señor dos mil veinticuatro (2024). l