Un grupo de artistas estimulan su creatividad con llamativas mascarillas en la lucha contra la COVID-19
Las almas creativas elevan su sensibilidad para encaminar una hermosa propuesta que procura devolver la confianza a la sociedad para transitar con valentía y seguridad ante la pandemia del COVID-19. Se trata de una iniciativa de la Fundación Sacha Tebó que dirige la gestora cultural Nuria Gracia, en coordinación con la Fundación Manos Arrugadas, por medio de la cual, se ha convocado a un grupo de mujeres artistas para plasmar su arte en mascarillas ecológicas, cuidadosamente confeccionadas por la diseñadora Elisa Morató, quien tiene su taller laborando para dar vida a este proyecto.
En el caso de la Fundación Sacha Tebó, la misma tiene como objetivo principal promover actividades artísticas y culturales, así que, en medio de tanta incertidumbre, han considerado mantenerse activos en su apoyo sistemático al desarrollo del arte como medio por excelencia para perseguir la emoción estética.
Lo más noble de esta labor es que los fondos que genera la venta de las mascarillas artísticas, se destinan al plan que dirige la Fundación Manos Arrugadas mediante la campaña para la protección de las personas de la tercera edad bajo el lema: “Ayúdanos a protegerlos”.
Y es que la Fundación Manos Arrugadas se dedica desde hace buen tiempo a la protección de los adultos mayores, quienes son los más vulnerables frente a la pandemia que estamos afrontando. De momento, la entidad procura dar seguimiento a las personas inscritas en sus programas, brindándoles asistencia médica vía telefónica, consultas domiciliarias, entrega de alimentos, medicinas, además de llamadas y videos motivacionales.
Las mascarillas que se han confeccionado, son de carácter único y exclusivo, pues las artistas participantes no siguen un patrón para la reproducción de su arte, sino que en cada nasobuco se representa una escena distinta, lo que lo convierte en una verdadera obra de arte en pequeño formato.
Los símbolos y las formas pueblan las mascarillas para hacerlas más lúdicas y expresivas. Artistas como Pilar Asmar, Mirna Ledesma, Josefina Garrido, María Rodríguez, Ángeles Gracia, Mercedes Ricourt, Anunziata Ronzino, Patricia Gamundi, Miriam Miniño, Iris Pérez, Mary Herrera, Elia de Lima y Emeren Haché Álvarez, se han dado a la tarea de plasmar su arte en mascarillas de una forma dinámica que, a su vez, deviene en homenaje a la naturaleza.
Probablemente, sin proponérselo, cada artista ha asumido, a partir de su lenguaje gráfico, una forma de expresión que exalta la flora y la fauna. Es de ese modo que nos encontramos con mascarillas en las que se reconocen pájaros en vuelo, abejas que se asoman a una flor, manos que intentan recolectar rosas, pavos reales que se funden con el ser expectante, papalotes o chichiguas que alcanza un arcoíris y, así, infinidad de formas que con gran color alegran la mirada y la llenan de esperanzas.
La sencillez y delicadeza con que se configura cada detalle, exalta la mirada y nos permite entrar en diálogo con el universo que se esconde más allá del trazo, de las capas superpuestas de color, de la cerca de flores expuestas al bravío sol que cosecha Iris Pérez, donde una línea delimita el horizonte y nos vuelve a la realidad de forma alentadora.
Es inspirador poder visualizar cada una de las imágenes que pueblan el diminuto soporte que sirve de protección ante la pandemia. Las manos de cada una de las artistas del proyecto se han dignificado aún más, llenando de armonía y paz el nuevo accesorio humano.
Con todos los protocolos
Cabe señalar que las mascarillas son confeccionadas tomando en consideración todos los protocolos para la protección de quien las use, empleando incluso pintura no tóxica, generando un conjunto completamente ecológico y que se puede reutilizar siempre que se lave oportunamente y se deje secar al sol. Lo más loable del proyecto es que, además de tratarse de una obra de arte, cumplen una importante función social en apoyo a los adultos mayores.
Es un maravilloso esfuerzo de admiración, que crea un impacto sin precedentes con la esperanza de que concite un gran apoyo, ya que su entramado es noble y, además, generoso.