A la hora de preparar los espárragos, lo puedes hacer de distintas formas: fríos o calientes, solos o como un ingrediente más de otra receta. Este vegetal, además de permitirte darle un toque especial a tus platos también contribuye a mejorar tu salud.Existen varios métodos de cocinar los espárragos. Los puedes hervir en agua (el método inglés) o los puedes asar en una sartén o al horno. Esta última manera es la más usada en los países americanos, mientras que la primera se prefiere en Europa. Los espárragos son un alimento bajo en calorías (contienen 95 por ciento de agua), aportan fibras, vitaminas (A, B1, B2, B6, C y E) y minerales (potasio, calcio, magnesio y fósforo).
Según los nutricionistas, los espárragos verdes son muy utilizados como remedio natural, por ejemplo, para limpiar la sangre, gracias a que cuentan con propiedades diuréticas por su gran contenido en potasio, a la vez que son ideales para combatir la retención de líquidos, así como fortalecer el cerebro y para el sistema nervioso, debido a su alto contenido en vitaminas. También resulta de provecho para aquellas personas que padecen de estreñimiento, al contener celulosa, una fibra soluble. Para mantenerlos frescos hasta el momento del consumo, debes ponerlos en la nevera, sumergidos en agua como si fueran un mazo de flores.