Acción Dominicana Independiente – 9

El sábado pasado publicamos en Retro la carta que el 25 de octubre le dirigió la ADI al Director del Listín Diario, don Rafael Herrera, de la cual copiamos varios párrafos en esta entrega para edificar a los lectores sobre lo dicho en la misma.…

El sábado pasado publicamos en Retro la carta que el 25 de octubre le dirigió la ADI al Director del Listín Diario, don Rafael Herrera, de la cual copiamos varios párrafos en esta entrega para edificar a los lectores sobre lo dicho en la misma. Por supuesto, es de rigor publicar el editorial con que el señor Herrera contestó, en primera persona, a los comentarios de la ADI. Para terminar esta serie, la próxima semana publicaremos la última carta escrita por la ADI en este sentido, contestando el editorial del Listín.

“Es claro, por lo tanto, que el Listín Diario en su línea informativa y editorial alienta y estimula un plan revanchista que tiende a subvertir el orden establecido.

“Asumimos “la aterradora responsabilidad” de los sucesos aludidos y nos remitimos, tranquila la conciencia y alta la frente, al juicio de la historia, y ésta, que es escrita minuto a minuto por los hombres, con su conducta diáfana o con su conducta turbia, es en último término, dilucidada por la posteridad. No es el Listín Diario el llamado a calificar nuestra conducta.

“Tenemos que consignar, con gran asombro que, muchos de los que ahora consideran como “desastre moral, político y jurídico la implantación del Triunvirato”; que se erigen en este crucial instante en que vive nuestra patria en defensores de la constitucionalidad y sienten que “el pueblo dominicano fue abofeteado moralmente por la destrucción de su sistema de derecho el 25 de septiembre”, se pasaron la vida sirviendo al “desastre moral, político jurídico” que fue la pasada tiranía.

“La pluma debe temblar de rubor en las manos de quien hoy, civilista de nuevo cuño, pretende erigirse en censor y juez severo de quienes han surcado los caminos de la vida en perenne lucha por la libertad.

“¿Con qué fuerza, con qué autoridad, dice el editorialista, que “el pueblo dominicano con su profundo valor moral, en esta hora cruel de su historia, está por encima de tan insultantes pretensiones?” ¿Es él el pueblo? ¿Es, acaso, su vocero? ¡No!, el pueblo dominicano sí está por encima de la vesania y de toda la saña, con que se quiere mancillar, sin conseguirlo, una situación provocada y surgida por el esfuerzo de quienes han sido movidos única y exclusivamente por el bienestar de la patria; de quienes se proponen permanecer en constante estado de vigilancia para que en el país sea realidad, en un futuro próximo, el verdadero estado de derecho, en que la vida privada se desenvuelva sin desasosiego; en que el derecho y el deber sean la norma de vida de todos los ciudadanos, sin discriminaciones, y que la familia dominicana retorne a aquel estado en que éramos una sola cosa; simplemente dominicanos, estrechamente unidos en el ideal de patria libre.”
26 de octubre de 1963.

EDITORIAL
En Primera Persona
Por Rafael Herrera
La Acción Dominicana Independiente -sus directivos- dicen la desnuda verdad.
Yo fui un servidor de Trujillo.
Esa es la verdad.
Todo el mundo lo sabe en la
República Dominicana.
Yo soy culpable de debilidad, de
servilismo y adulación periodística.
Debo sentir rubor.
Yo siento rubor.

Pero jamás fui culpable de intriga, negocios turbios, contratas, delegación o infamia.
Yo ayudé a perseguidos y fui perseguido por el favorito de turno y tuve que salir del país.

José Tomás Reyes Cerda miembro de Acción Dominicana Independiente podría completar la historia.

En los días sombríos de enero de 1960, yo preservé vidas jóvenes sin siquiera tener conocimiento de quiénes se trataba.
Pero hoy no tengo por qué sentir
rubor, como director del Listín Diario.
No tengo pasiones ni sirvo a pasiones como Director del Listín Diario.
No tengo ningún interés a qué servir como no sea el de la nación dominicana, como Director del Listín Diario.
No tengo ánimo de injusticia para nadie, aunque escriba la amarga verdad.
Y los directores de la ADI estoy
seguro que considerarán superfluo, que les diga:
No tengo miedo.
Como el personaje de Remarque, estoy tan desnudo de temores y esperanzas, que nada que venga sobre mí puedo recibirlo como amenaza, como injuria o como halago.
Los editoriales: “John Birch* en la República Dominicana” e “Increíble”, son completamente válidos a la luz de las declaraciones, alianzas y conducta de la Acción Dominicana Independiente.
Se reiteran esos editoriales como una afirmación de que ningún grupo de personas puede erigirse en dador o arrebatador de autoridad o poder, al margen de los órganos normales de derecho propios de toda comunidad civilizada.
Por buenas personas que sean.
Por maestros de la conducta ajena que ellos se sientan o se proclamen.
Vengan las cartas de ADI.
Siempre serán publicadas íntegramente.

Si no se les da la columna editorial, como ellos pidieron en la carta de ayer, es que se tomaba casi una página entera.

Además, de aparecer en esa columna, sus amigos podrían llamarlos castrocomunistas.

Nota: Se ha buscado este editorial y no ha podido encontrarse, tampoco se ha encontrado quién era este personaje.

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