Había pasado escasamente una semana desde su fundación, cuando la Acción Dominicana Independiente inició sus críticas hacia el gobierno recién establecido.El 21 de marzo, la prensa publicó un Comunicado en el que se reprochaba al gobierno en cuatro puntos. El primero se refería al contrato celebrado por el Estado con una empresa extranjera denominada Overseas Industrial Construction Limited, el cual, se quejaba la Acción Independiente, había sido negociado por el Presidente Bosch y aprobado en el Congreso Nacional “en circunstancias que no permitieron al pueblo dominicano conocer oportunamente su contenido y alcance y ejercer su derecho a expresar ideas y sugestiones, tal vez constructivas y beneficiosas, en asunto de tanta trascendencia en la vida económica del país.” Es decir, el gobierno, y principalmente Bosch, habían hecho acuerdos de espaldas al pueblo… en asuntos tan importantes como este Contrato que proporcionaría al Gobierno dominicano un crédito a largo plazo hasta la suma de US$150,000,000.00 para la construcción de las Presas de Tavera y Valdesia y un proyecto de Puerto Plata. El crédito sería pagado semestralmente previa firma de pagarés por los primeros dos años, devengando un interés de 6 % anual. La firma de este contrato fue una de las puntas de lanza que esgrimió la oposición durante los siete meses de gobierno de Bosch para acusarlo de acciones dolosas.
El segundo punto en el cual se cuestionaba al gobierno era por la famosa constitución de 1963. La queja era que no se había publicado completa en la prensa, y aunque se criticaba al PRD, la Acción Independiente también se quejaba de la “actitud indiferente y despreocupada de nuestro pueblo frente a un acontecimiento político de tanta importancia”.
La tercera queja se refería al poco acierto del gobierno para escoger varios de sus más cercanos colaboradores y decía que “gran parte del pueblo considera que ha debido y podido hacer mejor selección”. Reconocía, sin embargo, que los partidos políticos derrotados en las elecciones rehusaron aceptar posiciones de responsabilidad política en el Gobierno. También argüía que se habían desplazado de sus funciones a honorables servidores del Estado para reemplazarlos por miembros de su partido. Es de pensar que la Acción Independiente sugería que se mantuvieran en sus puestos funcionarios que habían servido en el gobierno anterior, el del Consejo de Estado, compuesto básicamente por integrantes del Partido Unión Cívica Nacional, el mayor perdedor de las elecciones de 1962.
Y el cuarto, el rumor. Se decía que Bosch permitiría el regreso al país del exiliado Joaquín Balaguer… Bosch, cuando se le preguntó al respecto, indicó que “en este país no puede haber impedimento para la entrada de ningún dominicano”. ¿Se entiende que la Acción Independiente prefería seguir con la práctica trujillista de impedir selectivamente la entrada de dominicanos que por una u otra razón estuvieran en el extranjero?
Este comunicado estuvo firmado “Por la Directiva”, compuesta por José Andrés Aybar Castellanos, licenciado Miguel A. Gómez Rodríguez, Rafael Alejandro Melo Sánchez, Robinson Ruiz López, Adriano Gómez Rodríguez , doctor Antonio Frías Gálvez, Hipólito Gil, hijo, Daysi Salazar de Pimentel, Abelardo Jiménez Peña, Henri de Mondesert, doctor Rafael A. Ricart, Máximo Gómez Franco, doctor Lidio A. Duval y profesor Freddy D’Oleo Montero.
El siguiente comunicado es del 8 de abril y se refiere a la queja por la Acción Independiente por unos sucesos ocurridos en Rahintel, en los cuales, el comentarista Rafael Bonilla Aybar fue interrumpido en su programa por fuerzas policiales por asuntos legales que existían en su contra. En la acción, resultó herido el industrial Horacio Álvarez y su hijo, que habían acudido a solidarizarse con Bonilla. Este hecho fue reseñado ampliamente en toda la prensa nacional, durante varios días, acusando al gobierno de que violaba el derecho a la libertad de expresión.
En este comunicado, de nuevo la Acción se refería al contrato de la Overseas, y solicitaba que el mismo fuera rescindido de inmediato.
Y por último, la Acción Independiente, quiso en esa ocasión, “repetir, con su fervorosa impetración al Todopoderoso que sean grabadas en la mente y la conciencia del pueblo dominicano las siguientes palabras de Eugenio María de Hostos”: “El que abandona en un momento de desidia su derecho; el que no siente lastimado el suyo cuando lastima el de otro; el que sordamente se promete cobrar por medio de la fuerza la justicia que se resiste a pedir al tribunal; el que ve sin sobresalto la violación de una ley; el que contempla indiferente la sustitución de las instituciones con la autoridad de una persona; el que no gime, ni grita, ni brama, ni protesta cuando sabe que otros hombres que han caído vencidos por la arbitrariedad y la injusticia, ése es cómplice o autor o ejecutor de los crímenes que de continuo se comenten por falta de cumplimiento de los deberes que lo afirman”.
En este caso, los firmantes fueron José Andrés Aybar Castellanos, licenciado Miguel A. Gómez Rodríguez, Rafael Alejando Melo Sánchez, Robinson Ruiz López y Adriano Gómez Rodríguez.
El próximo fue el 9 de mayo de 1963, en que un grupo de instituciones, con la Acción Dominicana Independiente a la cabeza, se quejaban de remociones masivas de los empleados públicos y de las empresas dependientes del Estado. Las instituciones que acompañaron a la Acción fueron el Ateneo Dominicano, Asociación de Representantes y Agentes de Productos Farmacéuticos de Santo Domingo, Asociación Nacional de Vendedores de Kerosina y Transportadores de Petróleo, Asociación de Dueños de Imprenta y la Asociación Dominicana de Ingenieros Mecánicos y Electricistas.
Para hacer honor a la verdad, Bosch cometió varios yerros, que reseñaremos en una de las siguientes entregas.