Descuidar los tratamientos podría ocasionar nuevas enfermedades, hospitalizaciones e incluso la muerte
Descansar, practicar pasatiempos, visitas a la playa o a la montaña son parte de las actividades que llegan con las vacaciones; no obstante, para disfrutar de ellas sanamente es imprescindible que no descuide sus tratamientos médicos.
La Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma) hace un llamado a considerar la relevancia de la continuidad de los programas de medicamentos, tanto para la salud general de los pacientes, como para reducir la carga de atenciones en los sistemas de salud, sobre todo en tiempos de pandemia.
“Seguir estrictamente un tratamiento -considerando dosis, horario y tiempo- es vital para tener un control adecuado de cualquier enfermedad, de modo que el suspenderlo sin indicación médica, o no tomarlo por determinado periodo, puede traer secuelas muy lamentables”, resaltó Victoria Brenes, directora ejecutiva de Fedefarma.
Los pacientes con mayor riesgo de complicar su estado de salud al olvidar sus tratamientos son aquellos con daños en algún órgano por sus enfermedades crónicas (daño renal, ocular, cerebral, infartos, neuropatía), así como los hipertensos y diabéticos.
“Entre las consecuencias que puede acarrear dejar los tratamientos están internamientos en hospitales y aparición de padecimientos nuevos, que inclusive conlleven a un infarto cardiaco, infarto o hemorragia cerebral, infecciones, inicio de diálisis, amputaciones o hasta la muerte”, explicó el Dr Carlos Cano, gerente médico Pfizer Centroamérica y el Caribe.
También, los pacientes con depresión y enfermedades mentales son propensos a recaídas al suspender los tratamientos, y quienes se encuentran en remisión de alguna afección como lupus, artritis reumatoide, cáncer y asma, corren el peligro de una reactivación del padecimiento.
Para los miembros de Fadefarma, las enfermedades crónicas y las que afectan la respuesta inmune se asocian con mayor riesgo de hospitalizaciones y muerte por COVID-19, por lo que estos individuos están más expuestos a mayores complicaciones ante el coronavirus si no se encuentran bajo control.
Múltiples ensayos clínicos han demostrado que una adecuada adherencia terapéutica en pacientes con hipertensión puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular entre 30 y 43%, y de infarto de miocardio en un 15%; también se pueden prevenir los altos costos generados al sistema de salud o al menos disminuirlos significativamente.