El maestro Wilfrido Vargas recibió la noche del martes el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación (LARAS), en el marco de la semana de entrega del Grammy Latino 2018.
Al recibir el gramófono, el famoso director de orquesta dominicano recordó sus inicios como estudiante de música en su natal Altamira, donde a los 11 años de edad era trompetista solista de la banda de música del pueblo.
“Yo no creo que haya querido ser un artista para que se me aplaudiera y ser reconocido por el público, ni tampoco por la crítica, no! Yo veía la música como el aire donde podía respirar”, expresó el artista al recibir la estatuilla.
Recordó que en su pueblo escuchaba música que no tenía que ver con el merengue, como la de Chet Baker y Tijuana Brass, entre otros. “Al llegar a la capital, envié a mi papá, a la ciudad de Nueva York, unas grabaciones de jazz, y otro tipo de música experimental y él no tuvo tacto, me dijo ‘qué tú vas a hacer con eso, si no haces merengue vas a tener que regresar a Altamira otra vez a pasar hambre, porque esa es la música de República Dominicana”, narró.
Ese consejo fue el punto de partida de una de las carreras más exitosas de la historia del ritmo dominicano y hoy el intérprete de “El loco y la luna” comparte que “el no saber hacer merengue constituyó, probablemente, la semilla de que como eso no era merengue, real y efectivamente, entonces era otra cosa, un merengue mucho más novedoso, con muchos detractores, muchos seguidores, y al parecer, lo seguidores triunfaron por encima de los detractores”, puntualizó.
El responsable de entregar el gramófono a Wilfrido fue su compatriota “El Caballo Mayor”, Johnny Ventura, quien se despidió como miembro del Consejo Directivo del Grammy Latino. En presencia de Gabriel Abaroa, presidente de LARAS, Ventura agradeció a Dios las oportunidades que le ha dado en la vida, entre ellas poder entregar el Premio a la Excelencia Musical a Wilfrido.