La cinta, basada en la vida del “superhéroe” dominicano, estará en los cines a partir de este jueves 22 de febrero
No cabe duda que, como reza el dicho, lo bueno se hace esperar. Luego de visitar desde los 16 años la casa del luchador dominicano más destacado, Jack Veneno, Riccardo Bardellino arrancó con su proyecto basado en la vida de “El campeón de la bolita del mundo”, en el que involucró a un Tabaré Blanchard que puso a prueba su experiencia en la industria del arte y descubrió otras facetas como la de co-guionista y la ficción.
Siete años les tomó crear la historia (que inició como un libro) y llevar a la gran pantalla la primera parte, Veneno, primera caída: el Relámpago de Jack, este jueves 22 de febrero.
Durante la gala premier, realizada en Downtown Center, Jack Veneno en carne y hueso hizo acto de presencia en la sala principal para dejar su huella, y evidente orgullo, al ver su historia plasmada en una película que inicia revelando el padecimiento de un tumor, del cual será operado, parte de la ficción, según Blanchard.
“Confió en mí y me dio la responsabilidad de proteger su legado”, dijo Bardellino al sorprender a los asistentes con la aparición del “Campeón de la bolita del mundo”. “Estas son las cosas que hay que hacer para que la juventud vuelva a ser como en los tiempos aquellos de la lucha libre, que se juntaban en los barrios los niños con su familia donde había televisión, todo el mundo abría las puertas. No es como ahora. Por eso tenemos que incentivar la juventud para que haga deporte sano, cosas sanas y para que sus padres les den la clase necesaria que tiene que haber”, exhortó el campeón eufórico ante la algarabía que provocó su llegada.
La cinta, basada en hechos reales con pinceladas de ficción y una mezcla de emociones, evidencia una perspectiva poco conocida de la historia del luchador, aplaudida y aprobada por él mismo.
“Cuando empezamos este proyecto, vimos que había un universo muy grande detrás de lo que la gran mayoría conoce y eso es lo que queríamos empezar a contar”, advirtió el director de la película Tabaré Blanchard, y tenía razón.
Inmediatamente aparecen las primeras imágenes de la película, contada en flashbacks, se transportan a la década de los 60, en la que se hizo conocido Veneno, y luego a la infancia de “Rafa”, como era apodado, donde inició todo, junto a su posteriormente enemigo, “El genio del mal”, Relámpago Hernández.
Es bien sabido que el actor Manny Pérez parece haber nacido para encarnar a Rafael Antonio Sánchez, nombre de nacimiento del luchador, por lo que los mayores retos físicos lo constituyeron los demás personajes principales.
La línea de la historia va destacando las participaciones de Yamilé Schecker, en la piel de “Doña Tatica”, madre de Jack Veneno, un Vampiro Cao encarnado por Richard Douglas, a Pepe Sierra como Relámpago Hernández y Ovandi Camilo como el locutor Silvio Paulino, todos con actuaciones espectaculares, cuidadas, emotivas y dignas de aplausos, no solo por la transformación física de algunos de estos, sino además por la calidad interpretativa y la fuerza que cada uno imprime.
En la cinta, que recorre escenas desde de Ocoa hasta Santo Domingo y Nueva York, con detalles cuidadosamente trabajados y armonizados, Blanchard y Bardellino hicieron énfasis en recrear las épocas y mantener el hilo desde los paisajes hasta las vestimentas, vehículos y las marcas que representaban al luchador en aquel entonces. La adrenalina de las luchas, estéticamente trabajadas, también le dan un toque especial.
Una excepción es la banda sonora, que no conecta con esa época y el ambiente de música de guardia (bachata) de merengue apambichao y el nostálgico bolero. Pero Veneno, primera caída: el Relámpago de Jack (96 minutos) y cuya segunda parte se llamará El pueblo quiere lucha, lleva a otro nivel el sello “Hecho en RD” con una historia original de Bardelino, Blanchard, Miguel Yarul y Marien Zagarella.
El filme narra cómo los amigos de infancia, Rafael Sánchez y José Manuel Guzmán, descubren, a los 12 años, su gusto por la lucha libre, a través de las películas del mexicano Santo El Enmascarado, pasando más adelante a convertirse en la dupla Los hermanos Mano, y posteriormente, en enemigos en el cuadrilátero: Jack Veneno y Relámpago Hernández, por una serie de situaciones en las que se ven involucrados otros como Cao, Puma, Paulino, El Tuerto (Jaime Piña) y la madre de Hernández (Xiomara Rodríguez), quien era tildada de bruja, elementos con los que los guionistas jugaron muy a su favor, dándole un toque de efectos especiales beneficiosos para la cinta.
La experiencia del verdadero Veneno
“Cuando él iba a mi casa, varias veces iba, era un niño como de 16 años, un fan, diría yo”, dijo sobre Riccardo Bardellino. “Y yo le preguntaba a mi esposa: -¿y ese niño?- (…) y ya cuando yo estaba enfermo, un día le llamé y me dijo que quería conocerme. Siguió yendo a mi casa, pasaron los años, y un día me dijo: -yo quiero hacer un libro con usted- y yo me acordé del Jack Veneno jovencito, cuando empecé en la lucha, con sueños tremendos y que algunos me llamaban loco”, narró el ex luchador.
Aseguró sentirse orgulloso y bien representando al ver a Manny Pérez encarnándolo en la pantalla grande.