2018 pasará a la historia por ser el año en el que se fue la gran Aretha Franklin, pero el mundo de la Cultura también perdió a Montserrat Caballé, Philip Roth, Fernando del Paso, Hubert de Givenchy, Lucho Gatica, Stan Lee o Dolores O’Riordan.
Un año duro especialmente para la música, que se despidió de una de las grandes voces del siglo XX, la de la “Reina del Soul”, que se hizo grande pidiendo “Respect” y que representó el poder, el dolor, la oscuridad, la luz, la redención y el respeto de la comunidad negra, como dijo el expresidente Barack Obama tras su muerte. El legado de Franklin y su imponente voz forman parte por derecho propio de la historia de la música, al igual que las inigualables interpretaciones de Montserrat Caballé, una de las mejores cantantes líricas de la historia.
El soul y la ópera perdieron a sus dos últimas divas, representantes de una época ya extinguida en la que las estrellas de la música lo eran únicamente por sus voces, ya fueran potentes o personales.
Ese fue el caso de Lucho Gatica, el cantante que mejor supo interpretar el bolero, con permiso de Armando Manzanero.
Acariciando las palabras y sintiendo cada una de esas historias dramáticas y románticas que caracterizan el bolero, Gatica bordó títulos como “Reloj”, “Tú me acostumbraste” o “Sabor a mí”.
Su estilo era tan personal como el de ese francés bajito, de origen armenio y sin formación musical que enamoró a medio mundo con “La Bohème”. Charles Aznavour también falleció este año y aunque no cesó su actividad hasta casi el último momento, su muerte a los 94 años entra dentro de la lógica, al contrario que la de Dolores O’Riordan.
La carismática cantante irlandesa, líder de The Cranberries y cuya voz deslumbró con aquel “Zombie” que en los noventa dio la vuelta al mundo, se fue con tan solo 46 años y protagonizó el primer disgusto de este 2018.
Pero no solo el mundo de la música lloró este año a grandes nombres. El de las letras también sufrió pérdidas notables, como la del gran retratista de la sociedad estadounidense y eterno candidato al Nobel, Philip Roth, autor de novelas enormes, por su contenido y su extensión, como Pastoral americana o La mancha humana.
Mientras que Latinoamérica despidió a tres grandes nombres: Nicanor Parra, Sergio Pitol y Fernando del Paso, tres Premios Cervantes que llevaron a lo más alto la lengua española con estilos muy diferentes.
Junto a los tres premios Cervantes, 2018 también despidió a la nicaragüense Claribel Alegría, conocida como la “poeta del amor y del compromiso social”. Y a una leyenda del mundo del cómic, el estadounidense Stan Lee, creador de personajes como Spider-Man, el Increíble Hulk, los X-Men o los Cuatro Fantásticos y responsable de revolucionar las bases de este arte con la fundación de Marvel.
Como también era una leyenda, pero de la moda, el francés Hubert de Givenchy, discípulo aventajado de Balenciaga y adalid de la elegancia más sublime, que reflejó en diseños que vistieron sus musas, entre las que estaban Audrey Hepburn, Jackie Kennedy o Grace Kelly.
O el también francés Paul Bocusse de la gastronomía; el venezolano José Antonio Abreu, de la dirección de música; el checo Milos Forman de la realización cinematográfica; el estadounidense Neil Simon de la dramaturgia o su compatriota Steven Bochco de la producción televisiva. Sin olvidar el adiós de un actor que fue muy popular en los setenta y que tuvo un repunte en los últimos años, Burt Reynolds, el estereotipo del caradura simpático.
El flamenco perdió “la magia de una voz”
El cantante de flamenco Antonio Cortés Pantoja, conocido como Chiquetete, murió el domingo, a los 70 años, como consecuencia de los problemas cardíacos que padecía y de los que había sido intervenido en los últimos años. Nacido en Cádiz, se trasladó muy joven con su familia a la sevillana barriada del Tardón, donde residían artistas flamencos y familiares como su tío, padre de la cantante Isabel Pantoja, que fue quien le dio nombre artístico. El artista se mantenía en activo y estaba anunciada su participación en un espectáculo flamenco para el 29 de diciembre en la localidad de San Juan de Aznalfarache, también en Sevilla. Chiquetete editó su último disco en 2017, titulado La magia de una voz, en el que repasaba sus grandes éxitos.