La serie Game of Thrones partía como la gran favorita de los premios Emmy al llegar a la ceremonia con el récord del mayor número de nominaciones para una única serie, pero no cumplió sus expectativas de hacer historia en una repartida noche, repleta de sorpresas.
La ficción de HBO se llevó el domingo el premio a la mejor serie dramática, pero no consiguió el preciado galardón para ninguno de sus intérpretes protagonistas, por lo se quedó a las puertas de batir la marca histórica de la ficción con más reconocimientos en una única edición de los Emmy.
No obstante, la superproducción de HBO basada en las novelas de George R.R. Martin se despidió por todo lo alto en la 71 edición de los premios de la Academia de la Televisión, celebrada hoy en el Teatro Microsoft de Los Ángeles y en la que Fleabag y su creadora/protagonista Phoebe Waller-Bridge se alzaron como las otras triunfadoras de la noche.
Game of Thrones lideró esta edición con 12 galardones, por delante de la miniserie Chernobyl (10), The Marvelous Mrs. Maisel (8), Freesolo (7) y Fleabag”(6). La serie habría necesitado uno más para igualar el récord de la ficción con más premios en una misma noche, pero la derrota de sus protagonistas Kit Harington y de Emilia Clarke en la categoría a mejor actor y actriz de drama impidió que lograse hacer historia. Así, tanto Harington como Clarke abandonaron sus papeles sin recibir ningún Emmy en toda su carrera, a pesar de que la producción para la que han trabajado en los últimos 10 años es, desde hace años, la ficción televisiva con más premios de la historia, un total de 59 conseguidos a lo largo de sus ocho temporadas.
A mitad de la gala, el reparto de Game of Thrones apareció reunido para recibir una gran ovación, con Peter Dinklage, Lena Headey, Emilia Clarke, Kit Harington, Sophie Turner, Maisie Williams, Nikolaj Coster-Waldau, Alfie Allen, Gwendoline Christie y Carice van Houten sobre el escenario.