Familiares, amigos y comunicadores rindieron ayer el último adiós al locutor Buenaventura Bueno Torres en el cementerio Cristo Redentor.
Los restos del recononido profesional de la palabra, quien falleció el pasado miércoles debido a un paro cardiorrespiratorio, fueron expuestos en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
El locutor dominicano, de 75 años, murió a las 9:30 de la mañana, en la clínica Abel González de la avenida Independencia de Santo Domingo.
Bueno Torres era oficial del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo, por lo que varios agentes de esa institución le rindieron honores.
El ministro de Cultura, Eduardo Selman, expresó su pesar por la muerte de Bueno Torres, a quien definió como “una persona que ejerció la profesión de comunicador con un alto sentido de responsabilidad social”. También valoró que “siempre se preocupó por adquirir la formación necesaria para convertirse en un orientador y en un educador, dejando con su muerte un ejemplo a ser emulado por las presentes y futuras generaciones”.
Dijo que, en su condición de locutor, Torres se distinguió por hacer un cuidadoso uso del idioma español, poniendo siempre el mayor interés de proyectar la decencia que se exige a quienes usan los micrófonos radiales o televisivos. Y, además, que por esas cualidades, en su rol de presentador de noticias, Bueno Torres se convirtió en uno de los talentos de más credibilidad con los que contó el periodismo en República Dominicana.
De su lado, el locutor Reynaldo Infante dijo que “una leyenda de la voz dominicana hizo silencio hoy. Nos llenamos de pesar por la partida de nuestro compañero y maestro consagrado de la locución dominicana Buenaventura Bueno Torres. Gracias por compartir su talento y gran conocimiento en cada visita a nuestra humilde casa en World Voices”.
“Gracias de todo corazón de parte de nuestra familia, su legado es evidencia de su grandeza como un padre, un maestro y como uno de los locutores más completos y de mayor trayectoria de la República Dominicana”, añadió.