Alina Abreu vuelve a estrenar. Con una larga trayectoria en la danza y ostentando el título de miembro fundador del Ballet Nacional, convertirá esta noche a la República Dominicana en el tercer país, luego de México y Argentina, en poner en escena el musical “La Bayadera” con un ballet completo.
La artista consideró que es un momento ideal para realizar este tipo de producciones en el país, puesto que “el ballet está en uno de sus mejores momentos”. “Hemos ido creando un público que antes no existía, que les gusta ir al ballet; la conexión que hay ahora mismo es buena y, además, el espectador se ha vuelto crítico y eso hace que cada día sea mejor”, sostuvo.
Abreu resaltó que no es el caso de la danza contemporánea, ya que se ha relajado un poco y muchos han confundido esta práctica con otras técnicas y hasta con la actuación.
Precisó que en la República Dominicana, hoy día, el público llega más, siempre y cuando sepan que lo que se está presentando es un espectáculo de calidad debido a que hubo una época en la que todo el mundo hacia ballet y en realidad no era ballet.
La coreógrafa aseguró que a todo el mundo le gusta la danza en general y que el ballet no tiene rango de edad, género ni clase social, por ser un arte que “da placidez” a quienes lo disfrutan.
“La Bayadera”, que estará en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito del 13 al 15 de octubre, es un ballet de Marius Petita y Sergei Kuschelot, inspirado en dos dramas del poeta hindú Kalidasa. Este se presentará por primera vez en la República Dominicana con la participación de un ballet completo, integrado por 150 artistas en escena y alrededor de 50 en la producción.
“Serán 150 artistas, una forma íntegra, completa, sin perder los pedazos que cuentan la historia verdaderamente como es, por ser un ballet que tiene una complejidad técnica y artística muy alta (…) es una producción con estándares internacionales”, indicó Alina Abreu.
El montaje incluye un vestuario de Magaly Rodríguez, escenografía a cargo de Fidel López, la iluminación de Bienvenido Miranda y de Emmanuel Ferrii con la producción y dirección del Ballet Alina Abreu, de este salieron los actores principales del musical.
Abreu resaltó que es la primera vez que no buscan bailarines extranjeros para interpretar los roles protagónicos en adaptaciones a obras en el país y que se agregaron elementos que no están en las versiones presentadas en México y Argentina, entre los que destaca que se agregó una escena coreográfica que en el contexto original a veces no se entiende de dónde salían unas flores que ponen fin a la vida del personaje “Nikiya”.
“Nos fuimos al marco histórico de la obra, al año 1400 del siglo XIV. También tenemos a una mujer en la representación de Tara, la cual es la imagen de nuestro musical”, puntualizó la artista.
El elenco de la obra que tiene lugar en el Oriente, específicamente en la India Real del pasado, está compuesto por el bailarín Alexander Duval, encarnando a de Solor; Allison García será Gamzatti, Lisandra Toro dará vida a Nikiya, Camila Hernández a Tara, Sebastián Núñez en la piel de Rajah, Pablo Pérez encarnará al Gran Brahmán y Laura Marcel García Godoy será La Aya.
La música es de Ludwig (Léon) Minkus y el diseño de Piotr Lambkin, Konstantin Ivanov, Orest Allegri & Adolf Kwapp.
El estreno de “La Bayadera” se produjo en el Teatro Marynski de San Petersburgo en el año 1877, teniendo como solista principal a Lev Ivanov, quien más tarde alcanzaría notoriedad como coreógrafo de “Cascanueces” y de los actos segundo y cuarto de “El lago de los cisnes”. Esta se presentó en tres actos y cinco escenas.
Un baile de amor, tragedia y justicia
“La Bayadera” es una historia de amor eterno, misterio, destino, venganza y justicia. La coreógrafa Alina Abreu explicó que esta puesta en escena adentra al drama de un amor imposible entre Nikiya, una bayadera (bailarina del templo) y Solor, un noble guerrero, quien debe casarse con Gamzatti, la hija del Rajá gobernante. Nikiya es también amada por el Gran Brahmán, sacerdote de la religión brahmánica, pero ella no le corresponde su amor como a Solor. El Brahmán decide contarle al Rajá del amor secreto entre la bailarina y el guerrero, Gamzatti escucha un plan para matar a Solor y decide persuadir sin éxito a Nikiya, entonces la malvada hija del Rajá no dudará en hacerla morir enviándole un áspid venenosa. Solor, desesperado por la muerte de la hermosa bayadera, ve a Nikiya en el Reino de las Sombras, muerta y multiplicada su imagen por espectros de bayaderas.