Liuba se presentará el 6 de septiembre en el Teatro nacional, junto a Maridalia, Pavel y Amaury Pérez en el concierto Caribe Sinfónico producido y dirigido por Amaury Sánchez
Liuba es un sinsonte cubano que cuando bate las alas y vuela, sigue cantando como si estuviera en Cuba. Vivió un tiempo en República Dominicana, donde presentó uno de sus mejores discos. Ahora pasa mucho tiempo en España, pero vuelve acá a un concierto para el 6 de septiembre. Las boletas se venden en Uepa Tickets.
¿Qué le trae de nuevo por República Dominicana?
Lo primero es que República Dominicana ha sido mi casa, un sitio de luz que le debo a la música y a la generosidad de mi querido amigo y colega José Antonio Rodríguez, quien me regaló su magia. Ahora el maestro Amaury Sánchez ha tenido la iniciativa de idear un espectáculo que ha titulado “Sinfonía caribeña” donde acompañados por la Orquesta filarmónica de República Dominicana que él dirigirá, compartiremos cuatro voces del Caribe, de República Dominicana Maridalia Hernandez y Pavel Núñez y de Cuba Amaury Pérez y una servidora, todos estamos felices con la oportunidad de estar juntos y actuar una vez más, ante el público dominicano, los amantes de la Trova y de la canción de autor. Las orquestaciones de mis temas han sido realizadas por Wilma Alba, gran músico cubana, radicada en Uruguay.
¿Qué le vincula a España donde ahora permanece mucho tiempo?
Son muchas cosas, primero mis ancestros paternos, la familia, y no solo la que tengo en Asturias, sino en Madrid y Barcelona, dos hermanos, sobrinos, primos, pero más allá de lo sanguíneo, que es tan importante, la sensación de reconocer algo a lo cual pertenezco. España me permite además mantener y ampliar un nivel de realización profesional y desde ella llegar con más facilidad a otros muchos espacios, no solo de este país que es infinito y múltiple, sino a otros países de Europa y también de América Latina. De cualquier modo, no descuido mi trabajo en Cuba, hago conciertos para niños y para adultos, d defiendo mi evento Alma creadora, pero sobre todo, sigo interesándome por la labor social en hospitales pediátricos, barrios, con ancianos, etc., es algo que considero un deber con mi pueblo y aunque no es todo lo que me gustaría hacer por mi país, esta entrega me reconforta.
¿Cree que si hubiera nacido en otro país, por ejemplo España, su carrera internacional sería más reconocida? ¿Que le da y que le quita Cuba?
Uno nace donde el destino o el azar lo dicta, lo primero es identificarte e identificar ese país que te vio fundar la vida, llevas contigo todo lo que has vivido, es el país de tus raíces, tus amores y ese lugar, en mi caso, es sin dudas, mi amada Cuba.
Si Liuba hubiera nacido en otro país no haría seguramente la música que hago y eso quizás me daría mucha tristeza porque lo que hago es gracias a mi origen, el que marcó mi vida creativa que fue la nueva y la vieja Trova y muchos grandes de la música cubana, entonces en ese sentido siento que es un privilegio de mi vida, porque nací en un país que es potencia musical y eso no se lo quita nada ni nadie. La música de Cuba es muy singular y potente desde el siglo XIX cuando aparece la habanera hasta hoy día, y está en el ADN de todos los que hemos nacido allí, tal es así que ha influido en múltiples compositores hispanoamericanos. También ocurre con la música brasileña y la norteamericana, las tres potencias musicales para mí más sólidas del continente.
Me dices que tal vez si hubiera nacido en otro país mi trabajo fuera más conocido globalmente, es probable: los organismos que han tenido la responsabilidad de promocionar la música en Cuba no han tenido una política de continuidad por muchos factores. Ha habido una equivocada política igualitaria que no conduce nunca a nada importante pero sí que a lo mejor en el camino se haya perdido la posibilidad de que muchos artistas con indiscutible talento se hubieran conocido internacionalmente como merecían, sobre todo en el mercado hispanoamericano.
Soy una mujer que vive para la música, hoy tengo la dicha de trabajar con una empresa que radica en Madrid, que se esmera seriamente por lograr un trabajo serio de continuidad, es lo único que quiero, seguir realizándome desde la creación, que es mi patrimonio. Cualquier artista que se respete solo quiere que su obra llegue a todas las poblaciones, culturas posibles y un día…eso, que será su legado, perdure.
¿Tengo entendido que este año ha sido importante para Ud.?
Es un año en el que he tenido mucha presencia internacional. He estado en España en importantes festivales y he realizado conciertos en ciudades relevantes y en teatros también relevantes, pero ha sido el año en el que he actuado por primera vez en Puerto Rico, en uno de sus teatros más emblemáticos, en el que he regresado a Bolivia después de muchos años, en el que he hecho mi primer concierto en Santiago de Chile y como colofón de un año maravilloso literalmente, regreso a Santo Domingo en septiembre y hasta donde sé. porque igual puede aparecer cualquier otra cosa, cierro con un concierto por primera vez también, en el teatro Stock de Zúrich en Suiza.
Este año lanzamos el primer volumen de “Canciones que no se extraviaron”, disco donde recupero temas que había dado a conocer a dúo, otras inéditas, creadas para audiovisuales, etc. Actualmente preparo el volumen 2 que en noviembre debe ver la luz.
También estrené el tema “Tan solo una señal” una plegaria inspirada en el pueblo cubano, canción que ha tenido una gran aceptación en las plataformas, y que tuve la dicha de compartir con entrañables colegas y amigos, como Pedro Guerra, Marta Gómez, Nano Stern y Manuel García. Y cuenta además con la participación de dos grandes cantantes: Argentina Flamenco e Ivette Cepeda.
¿Qué es para Ud un cantautor?
El término cantautor hace unos años era un tanto peyorativo, por lo que muchos creadores huían de esa clasificación, hoy vamos al otro extremo, ser cantautor es casi una moda, una etiqueta que con frecuencia se coloca para otorgarle “un valor añadido” a cantantes que francamente no son compositores. Para mí un cantautor es quien lleva el peso de una obra al escenario, quien narra desde una perspectiva personal, quien crea desde un universo propio interpretando sus propias obras.
¿Cómo ve Liuba los tiempos complejos que vive la humanidad?
“El mundo vive un momento muy complejo, la guerra de Israel y Gaza, la posibilidad que termine convirtiéndose en una guerra en el medio Oriente, la guerra de Rusia y Ucrania, Venezuela, con unas elecciones que no se clarifican, Cuba en su situación más dramática desde el punto de vista económico y social, de la que se ha ido una parte importante de su juventud, y esa es sin dudas, la savia más sustancial para cualquier país, y solo por citar algunos ejemplos, porque hay muchos más.
Francamente no me gustan los tiempos en los que vivimos, querría un mundo sin guerras, quería un mundo donde nadie fuera vetado por tener una manera distinta de pensar porque creo que en la diversidad está el enriquecimiento de una sociedad. Puedo parecer idealista, mejor quizás humanista, pero creo que ese es el mundo que los seres humanos merecemos: un mundo de paz y tolerancia donde prevalezca el amor y el respeto entre unos y otros, y sobre todo la libertad, segun liuba
