Modelos de la reconocida marca de lencería Victoria’s Secret durante años han sido víctimas de dos dirigentes poderosos de la compañía, que “presidieron una cultura arraigada de misoginia, acoso sexual y hostigamiento”, ha revelado The New York Times (NYT) en una investigación que se basa en entrevistas con más de 30 ejecutivos, empleados, contratistas y modelos actuales y anteriores de la empresa de moda, así como documentos judiciales.
El periódico afirma que Ed Razek, quien hasta agosto pasado durante décadas era uno de los principales ejecutivos de L Brands —la compañía matriz de Victoria’s Secret—, en varias ocasiones fue objeto de quejas por parte de las modelos debido a su conducta inapropiada.
“Intentó besar a las modelos. Les pidió que se sentaran en su regazo. Se tocó la entrepierna antes del desfile de moda de Victoria’s Secret 2018”, enumera el medio las acusaciones contra Razek.
El rotativo indica que varios ejecutivos habían alertado a Leslie Wexner, el multimillonario fundador y director ejecutivo de L Brands, sobre este patrón de comportamiento de su adjunto. No obstante, después de las quejas, algunas de las modelos enfrentaron represalias.
Por ejemplo, la modelo canadiense Andi Muise contó a NYT que Victoria’s Secret había dejado de contratarla para sus desfiles después de que ella rechazara las insinuaciones de Razek.
“Casi un lavado de cerebro”
De acuerdo con el medio, este ambiente en la compañía de moda se estableció desde arriba: Razek, el director de ‘marketing’, se percibía como el representante directo de Wexner, por lo que muchos empleados “tenían la impresión de que era invencible”.
En múltiples ocasiones, el propio Wexner habló de manera “degradante” sobre las mujeres, afirma el diario.
“Lo más alarmante para mí […] fue lo arraigado que estaba este comportamiento”, ha comentado Casey Crowe Taylor, exempleada de relaciones públicas en Victoria’s Secret que afirmó que había presenciado la conducta de Razek.
“De este abuso solo se reían y se aceptó como normal. Fue casi como un lavado de cerebro. Y cualquiera que intentara hacer algo al respecto no era ignorado. Era castigado”, aseveró la mujer.
Mientras que Razek, de 71 años, se retiró de L Brands el año pasado, Wexner, de 82 años, está planeando retirarse y vender su compañía de lencería, de acuerdo con las personas familiarizadas con el tema. A la luz de las recientes revelaciones, “es probable que el tratamiento de L Brands hacia las mujeres esté bajo un escrutinio aún más detallado”, señala NYT.
Reacción desde L Brands
Tammy Roberts Myers, una portavoz de L Brands, en respuesta a las preguntas detalladas hechas por parte del periódico, declaró en nombre de los directores independientes de la junta que la compañía “está intensamente enfocada” en el gobierno corporativo, el lugar de trabajo y las prácticas de cumplimiento y que había “hecho avances significativos”.
“Lamentamos cualquier instancia en la que no logramos este objetivo y estamos totalmente comprometidos con la mejora continua y la responsabilidad completa”, ha concluido, sin cuestionar ninguno de los informes de NYT.
Por su parte, Razek ha comentado a través de un correo electrónico que “las acusaciones en este informe son categóricamente falsas, mal interpretadas o fuera de contexto”.
“He tenido la suerte de trabajar con innumerables modelos de talla mundial y profesionales talentosos, y me enorgullece el respeto mutuo que nos tenemos el uno al otro”, ha señalado.
El portavoz de Leslie Wexner, Thomas Davies, ha declinado hacer comentarios.