SANTIAGO. Michel Camilo ofreció su concierto “Un millón de notas de jazz”, en el marco de su gira Piano Solo, despertando un sinnúmero de emociones entre los asistentes que disfrutaron su peculiar estilo de tocar.Enérgico y emotivo, el multipremiado pianista dominicano se reencontró con su público a las 8: 41 de la noche en la Sala de la Restauración del Gran Teatro del Cibao, tras más de dos años de ausencia, en un concierto a beneficio de la Asociación Dominicana de Rehabilitación.
Con un repertorio de diversos ritmos y colores, Michel Camilo interpretó una docena de canciones, en un concierto sin intermedio que incluyó una selección de temas de sus 24 álbumes.
Un maestro en el piano
Tras la primera pieza, el público le tributó un enorme aplauso que el artista agradeció poniéndose de pie y haciéndole una reverencia, para luego pronunciar las primeras palabras de la noche, mediante las cuales les dio las gracias por acompañarlos, a Rehabilitación por hacerlo parte de su obra, y dijo que estaba allí para brindarles no solo su música, sino también su corazón, en víspera del día de los enamorados. A los asistentes les prometió que la pasarían bien, y efectivamente así fue, a juzgar por los repetidos aplausos.
Nueva vez se sentó en su banco frente a su piano, un Steinway & Sons, posando sus manos sobre sus teclas para interpretar una canción de la película “Too Much” del cineasta español Fernando Trueba, para la cual hizo la banda sonora.
“Take five”, la famosa pieza de Dave Brubeck fue otro de los temas interpretados por el artista, explicando que esta es una de las piezas que llaman quinta esencia del jazz, que se convirtió en un gran estándar, y ha sido la producción más vendida de este ritmo. Al finalizar la pieza hizo una anécdota de cómo conoció a Brubeck en un festival en Niza, donde estaba tocando sin saber que él estaba ahí tras bambalinas, y cuando terminó lo esperó con los brazos abiertos y le dijo: “bienvenido al jazz”, produciéndose a partir de ahí nuevos encuentros.
Apasionado e intenso, el artista, que se caracteriza por su gran sensibilidad humana, movía sus pies y sus hombros al compás de su música, demostrando que era uno de los que más disfrutaba su música, y tras cada pieza se paraba y hacia reverencia al auditorio, al parecer en gratitud a la reacción ante su propuesta, que a la vez resultó ser un concierto didáctico, pues en algunos temas explicaba su origen y algunas anécdotas relacionados a estos, como fue el caso de “Manteca” escrita por Dizzy Gillespie, Chano Pozo y Gil Fuller.
“La serenata de Sandra” fue el tema que el artista le dedicó a su esposa Sandra, como regalo de San Valentín, en agradecimiento a todo lo que ella ha sido para él, y expresó que no sería nada sin ella.
Tras despedirse, el público le tributó un sentido aplauso de pie, y Michel Camilo volvió a entrar a la sala para regalarle una última canción, “Alma del Caribe.
Un momento emotivo fue al final del concierto, cuando Rebeca Bojos de Dabas, presidenta de la Asociación de Rehabilitación de Santiago, junto a otros miembros de la directiva y una niña beneficiaria de sus programas, en silla de ruedas, le entregaron un ramo de flores y un presente a Camilo por su apoyo, quien procedió a tomar la mano de la niña y besarla.
Apoya labor filantrópica de Mary Pérez
El segundo concierto en el país se realizó anoche en el Teatro Nacional Eduardo Brito, a beneficio de la Asociación Dominicana de Rehabilitación. Previamente, el ganador de Grammy Awards y el Grammy Latino comentó que regresar a su tierra siempre le emociona, porque además de recibir el calor del público le permite entrar en contacto directo con familiares y amigos. “Apoyar la labor filantrópica que lleva a cabo doña Mary Pérez de Marranzini, así como el equipo que le acompaña en la Asociación Dominicana de Rehabilitación constituye un alto honor. Por la labor profesional y humana que realizan en el país”, dijo el artista.