Hay que reconocer que el cantautor español José Luis Perales es lo que se puede llamar un artista integral, de esos que no abundan mucho porque resultan un todo en uno, conservando en su empaque general su faceta de compositor, intérprete y hasta de músico.
Esta trilogía se evidenció en un momento del concierto que ofreció en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua, en el que se auxilió de la guitarra para deleitar a los presentes con la magnífica interpretación de “Frente al espejo”, expresando en el preámbulo que, a pesar de haber compuesto la pieza para Raphael, es una producción muy especial para él. Al final, en medio de risas, agregó que de estar Raphael presente diría que él la canta mejor.
La naturalidad con que se expresa Perales, su sencillez y pasión enamoran a cualquiera, logrando ser seducido por sus composiciones, muchas de ellas convertidas en grandes éxitos por numerosos artistas alrededor del mundo, pues Perales, antes que intérprete, descolló como compositor y, cuando se animó a cantar sus propias creaciones, entendieron que había nacido artista; había sido cuestión de tiempo el que aceptara apropiarse del escenario.
Sin duda, tanto la noche del jueves como la del viernes fueron de romance total en el Jaragua, así como de grandes emociones, por la calidad del espectáculo y, sobre todo, por el contenido esencial de las canciones de Perales. Una muestra la encontramos en la pieza “Que canten los niños”, canción muy conmovedora, no solo por el hecho de que las propias letras y musicalización la convierten en tal, sino que, además, guarda consigo un hermoso gesto de humanidad del artista hacia niños de Aldeas Infantiles SOS.
Se dice que estos conciertos corresponden a una gira de despedida por parte del artista, y, de hecho, así lo expuso en un intermedio. Sin embargo, se hace difícil que figuras como Perales logren ausentarse del público, especialmente por la vitalidad que aún conserva en su voz, donde, ciertamente, su condición de compositor le ayuda mucho para preservar al día de hoy su buen cantar.
Las dos presentaciones de Perales en el Jaragua se convirtieron en dos grandes éxitos en la carrera del productor dominicano César Suárez Pizzano, por la calidad del artista, de los músicos y el buen respaldo de un selecto público, el cual se mantuvo activo de principio a fin, al escuchar temas como: “Un velero llamado libertad”, “Celos de mi guitarra”, “Por qué te vas”, “Amada mía”, entre otras piezas, todas muy conocidas por la gente que no paró de corear los grandes éxitos.
