Aprender a amarse a sí mismo es algo que le genera trabajo a muchas personas que dependen de otros, o que sufren desplantes que los empujan hacia el abismo del sufrimiento.
En ese sentido, la comunicado Ingrid Gómez Gómez busca “empoderar a mujeres desde el alma”, no desde el ego, como se ha estado hablando por mucho tiempo. Para variar, a su cuarto panel, “Entrenando para el amor”, le ha puesto una pisca de humor, junto a sus colegas Gabi Desangles y Diana Filpo.
Este foro se realizará hoy, a las 4:00 p.m., en el hotel El Embajador, en el marco del Days To Shine, un evento inspirado en la mujer. “El empoderamiento desde el ego ha traído mucha confusión y está trayendo a una mujer que, si bien es cierto que está tirando hacia delante, en la vida real le falta demasiado por hacer, porque empoderarse no necesariamente es para que sea una mujer de éxito profesional. El empoderamiento que predico es uno que viene del alma, y es cuando alineas tu propósito de vida con tu esencia”, expresó la productora y presentadora del programa de radio y televisión “Mujeres al borde”.
Aclaró que las mujeres que están empoderadas desde el alma, sin importar lo sencilla que sea su vida, se muestran como mujeres nobles, plenas y seguras, con las fuerzas de enfrentar los problemas con serenidad. Confesó, además, que le dio mucho trabajo aprender esto.
Reveló que antes de su actual matrimonio cometió muchos errores, uno de ellos fue casarse muy joven, a los 21 años, lo que la llevó al divorcio siete años después, “porque no me casé por las razones, ni la madurez correcta”. “Eso me llevó a hacer específicamente esta entrega de ‘Entrenando para el amor’, porque yo crecí como que mi meta primaria era encontrar un hombre bueno para casarme, en vez de encontrar mi propósito de vida y desarrollarme como persona”, explicó la presentadora.
Foro para ella y para él en el Hotel El Embajador
Gómez abrigaba la ilusión de traspasar la barrera de la radio y la televisión, y realizar estos conversatorios, porque entiende que su propósito de vida es llevar su experiencia a todas las mujeres, más allá la comunicación. Sin embargo, estos paneles no van solo dirigidos a la clase femenina, sino también a los hombres, quienes cada vez más se han unido a estos tipos de procesos.