El festival de cine más abarcador de República Dominicana cierra hoy a las 6:00 pm, en palacio del Cine de Blue Mall con la entrega de premios y el filme La ternura.

La película de Vicente Villanueva, en parte rodada en República Dominicana, trata sobre una reina y sus dos hijas que viajan en la Flota de Indias para casarse en matrimonios convenidos por el rey, que resulta una comedia sobre ¿géneros? Eso parece por el trailer.

El FCGSD demuestró una vez más su capacidad para movilizar a un público cinéfilo variopinto. Tanto así, que aunque es un festival especializado en óperas primas, no le ha faltado público.

Como siempre, entre lo más interesante, la parte formativa. Charlas sobre la Inteligencia Artifical aplicada al cine, sobre el marketing en los proyectos de cine, entre otros, además de las ofrecidas por Edgar Bahena, Kate del Castillo y Yalitza Aparicio.

Se mostró La Habana de Fito, de Juan Pin, que provocara prohibiciones y medidas arbitrarias dictatoriales en Cuba.

También cortometrajes por un tubo. Unos mejores que otros (como debe ser) Y pélículas. La Pecera, de Glorimar Marrero (nominada a los Goya) y Érase una vez en el Caribe, de Ray Figueroa, constituyen dos registros muy diferentes -y puede que necesarios- en el cine puertorriqueño. La Pecera es una muy inteligente ópera prima de su directora, quien de algún modo quiso reflejar la enfermedad que acabó con la vida de su madre.

La comediante Isel Rodríguez asume un rol en las antípodas de lo que normalmente hace, y logra entregar una Noelia que va mostrando las señas de la depauperación de un cáncer en estado terminal, ante el cual se niega a recibir tratamientos. Decide irse a morir a su Vieques natal, cuyas aguas están infectadas por material militar abandonado, muchas veces radioactivo, del ejército norteamericano, que ha incumplido con la retirada de los mismos.

Una fotografía cómplice de interesante registro, fuera o dentro del agua, da cuentas del color puertorriqueño, con esa luz tan especial de esa pequeña isla caribeña.

La película es rica en metáforas, como las de los caballos que recuerdan a Payo, el caballo francés reacio a las caricias, que sin embargo se acerca a personas que padecen de cáncer. Su empatía ha logrado que pacientes terminales reduzcan su medicación.

Magali Carrasquillo en el papel de la madre de Noelia; Modesto Lacen, el amigo y Maximilano Rivas como el novio, conforman su tríada de apoyo.

Aplausos por el modo equilibrado de delizar el tema de Vieques, sin peroratas polítiqueras. Son dos cánceres terminales, el de Noelia y el de la propia Vieques.

La historia de José Encarnación

Héctor Aníbal protagoniza como José Encarnación el filme Érase una vez en el Caribe. Un largo de ficción donde hay elementos del Kurozawa de Los siete samurai, con Toshiro Mifune, y del western spaghetti.

A un campesino de una plantación de caña de azúcar le han robado su esposa. Juan Encarnación toma su machete y su hija, para buscar y luchar hasta llegar a su amada. El tema de las luchas sociales de los campesinos jornaleros, sirve de telón de fondo.

Destaca la labor de Héctor Aníbal, la sensualidad de Essined Aponte, y la labor de la niña de apenas dos años. En realidad las actuaciones, por momentos caricaturescas, tanto en los “buenos” como en los “malos”, es bastante equilibrada. El trovero es un hilo conductor musical del drama.

El filme padece de una indecisión en el tono. Al principio hay elementos que indicarían que lo más lógico es entregarse al humor negro. Pero ese camino muy pronto es abandonado, para dedicarse a una maratónica carnicería de filos que chillan al rozarse y carne tasajeada y huesos que crujen al picarse.

Érase una vez en el Caribe resulta larga, muy larga. El guion es su lado más flaco. Hay escenas destacables, sobre todo en los momentos de las refriegas macheteras. Pero otra cosa sería si hubiesen echado mano al humor negro. Seguro que sí.

Recomendados

-Trigal (México) de Anabel Caso, ópera prima. Protagonizado por Emilia Berjón Ramírez, Abril Michel y Alberto Guerra. Expone el despertar sexual en la pubertad femenina.

-Chinas (España) de Arantxa Echevarría. Aborda diferentes perspectivas generacionales de la migración china.

-Película de clausura: La ternura (España-RD), de Vicente Villanueva., con Emma Suárez y Gonzalo de Castro.

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