“Francisco Céspedes Sinfónico”, se presenta el sábado 22 en el TN
La Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito recibirá, por primera vez a Francisco Céspedes, acompañado con arreglos sinfónicos por la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, dirigida por el maestro Amaury Sánchez, productor del espectáculo y autor de varios de los arreglos.
Francisco -Pancho para los cubanos- se hizo famoso cuando salió de Cuba hace más de tres décadas y se convirtió en una estrella con canciones como Dónde está la vida, Señora, Vida loca, Todo es un misterio, Qué hago contigo o Pensar en ti.
Céspedes padece del bien (para algunos el mal) de la sinceridad. Su honestidad reina lo mismo con los amigos que con los desconocidos que van a admirarlo a un teatro. Su manera de pensar es controversial, fresca, chispeante. Sus shows exponen a un ser humano que juega con el escenario y el público, con las canciones y la vida que allí transcurre.
Padece Pancho de lo mismo que millones de cubanos regados por el mundo. Su Cuba no existe. O si acaso existe, se halla en esa borrosa geografía de la memoria.
Decía Martí que patria es humanidad. ¿Qué es patria para ti que llevas tantos años fuera de Cuba? ¿Tu Cuba existe?
Te lo juro que yo no creo ni en Martí. Yo creo en mí. Y eso de patria, ¿para qué? La patria es una imposición para reducir los espacios y poder ellos manipularnos fácilmente.
¿Cuál canción ha sido producto de un gran sufrimiento?
Bueno, sufrimiento adolescente, que es diferente al de ahora, cuando uno es un adulto mayor, como yo ahora. Casi todo. Pensar en ti, podría ser. Ahí te lo dejo de tarea para que revises. Imagínate que esa canción se la cantaba a una posible novia que quería conquistar y Luis Miguel a su madre que nunca apareció. Imagínate, es el poder, el poder de lo que hacemos.
¿Todavía antes de salir a escena te pones nervioso?
Claro, siempre me pongo nervioso. Siempre hay algo de… cómo saldrá. Yo no planifico tanto lo que va a suceder, aunque cada vez más trato de que el equipo que me apoya sea más planificado, pero no sé.
¿Qué te quita el sueño?
¡Ah, Ave María! Soy yo mismo que me quito el sueño, de pensar y pensar. ¡Pero a lo mejor serían pensamientos que no deberían quitar el sueño! ¡Bueno como que sucede que está en constante movimiento mi cerebro, me lo puede quitar algunas noches! Otras no. Noche, día o tarde, duermo plácidamente.
¿Crees que en esencia eres un cantautor hijo del feeling o le debes más a otro ritmo?
Después de yo ver el feeling allá en el Scheherezada (mítico night club de La Habana) hace más de cien años, creo que me propuse dedicarme a eso. Pero no era solamente la canción. Era el recinto, era el humo, era el alcohol, era el jaibol.
Imagino que en otras ocasiones has cantado acompañado de grandes orquestas sinfónicas. ¿Fue extraño hacerlo la primera vez?
Es primera vez que voy a hacer algo en República Dominicana con una filarmónica, que no es sinfónica, pero bueno, hay 60 músicos encima del escenario. Y de verdad que esto yo no lo escogí. Esto lo escogió podríamos decir Dios, el azar y la confianza que yo creo que me tiene el director y los dominicanos, a mi música. Y repito, es la primera vez que lo voy a hacer en República Dominicana.
El acto de crear es tan mágico como extraño. ¿Necesitas inspiración para escribir canciones? ¿Tienes alguna maña al hacerlo?
A veces sí y a veces no. Yo creo que hay inspiraciones viejas, podríamos decirlo, que se quedan en uno marcadas. Y de ahí, sin ser la misma historia -¡qué complicado, mi hermano Alfonsito!-, esas historias uno las revierte, o las transforma, o las imagina. Porque yo creo que la imaginación no se le puede quitar al cantautor. ¡No es tan literal lo que sucede en la vida!
¿Sigues escribiendo canciones? De ser así ¿cuál es la más reciente y qué la motivó?
Sí, a veces menos. Porque es que yo estoy escribiendo la biografía de mi vida, desde una forma que he imaginado yo, sui géneris. Pero esos son cosas que no quiero decir todavía hasta que no salga la biografía. Y escribo cuentos. Entonces hago canciones. Hace poco escribí una. Deja ver si la saco. Ya no es lo mismo. Alfonsito, cuando yo empecé en esto.
¿Cuándo viniste por primera vez a cantar a República Dominicana y qué te ha aportado, pensando que cada país aporta algo a cada persona?
A mí me aporta República Dominicana paz y felicidad. No es así tan tan; es lo mismo que uno puede que le aporte a uno una región nórdica. Que le aporte a uno en Europa. Cada país tiene sus cosas que te da. A mí me gusta mucho ir a República Dominicana. ¿Para qué hacerlo tan rimbombante? Repito: ¡A mí me encanta estar en República Dominicana! Estar en los mejores hoteles, como en el hotel Jaragua, porque es tradicional en mis idas. Fue el primer hotel que yo recuerde, donde me quedé. Y siempre, porque ahí cruzo la calle y ahí estoy el litoral. Y me voy arriba o abajo y ahí está el restaurante (que no voy a decir el nombre tampoco, porque no me pagan por promocionarlo), o si no, en El Conuco. ¡La gente, la gente también! ¡Y los ritmos caribeños! Acuérdate que dicen en la historia, que la primera, a pesar de que la isla de Cuba, es la isla mayor de las Antillas. Los dominicanos fueron los primeros que fueron pobladores de allá. ¿Quién sabe si somos también un poco hijos, o bastante, de los dominicanos?
El reencuentro con Céspedes
Show: Francisco Céspedes Sinfónico
Músicos: su propia banda y la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo
Dirección musical: Amaury Sánchez
Producción: Amaury Sánchez
Hora: 8:30 pm
Fecha: Sábado, 22 de febrero
Boletas: 15% de descuento, Uepa Tickets
Precio: Foso: RD$8,000; VIP RD$7,000; Platea: RD$6,000, Balcón bajo RD$5,000; Balcón alto RD$4,000