El histriónico pastor argentino presentó su “PresiDante tour” en un Teatro Nacional ‘soldout’ la noche del martes.
A Dante Gebel le bastaron cinco puntos para desarrollar una animada charla donde echó mano a todos sus recursos (actuación, comunicabilidad, canto, imitación), con los que mantuvo la atención de los asistentes a su primera presentación en el Teatro Nacional, en una producción local de Cesar Suárez Jr.
Antes, en amena conversación con Euri Cabral y con quien suscribe, Dante reconoció que prepara sus prédicas los sábados (después del barbecue) durante 10 horas. A eso dedica los sábados desde hace 20 años.
“Los sábados me levanto, preparo la comida lo que llaman el asado, barbecue para la familia, y luego me siento a las 11:00 o 12 del mediodía, hasta las 11:00 o 12 de la noche y escribo todo, palabra por palabra”.
“Las prédica las memorizo. El gran secreto es no llenar la mente. La mente es como el escritorio de una computadora, que está lleno de íconos, que está World, están otras aplicaciones. La mente se va llenando de muchas cosas durante toda la semana. Yo trato de que no se llene de nada. La parte administrativa la hacen mis hijos, que yo no esté involucrado. Porque cuando un pastor empieza a involucrarse en aquel problemita, aquel y aquel, el domingo dice ‘¿qué perdido? ¡Qué se yoooo! Hablaré de un versículo que algo va a salir. Así que no me dedico a eso”, explicó para elCaribe.
Gebel partió de la narrativa desde el yo para llegar al nosotros. Y estructuró el monólogo a partir de preguntas o planteamientos como: ¿Cuál es tu lugar en el mundo? ¿Cómo es un día en tu vida? ¿Qué cosas son importantes para ti? ¿Cómo envejeces? Y finalmente: ¿Si te dieran la opción de irte hoy mismo e ir directo al cielo o esperar 10 años más, qué harías).
El resultado fueron risas, lágrimas, aplausos, carcajadas, ovaciones, exclamaciones.
Dante Gebel habló de la importancia del hogar. Un día, cuando se aventuró por fin a salir del lar familiar su padre le dijo: “si las cosas se ponen feas aquí tienes la piecita del fondo”. Se refirió a un supuesto pueblo donde las lápidas tenían números. Esto porque desde que sus pobladores eran niños, llevaban en una mascota la cantidad de tiempo de felicidad, así que lo sumaban cuando fallecían las personas y le escribían en sus lápidas.
Más adelante sentenció: “El tiempo se mide en minutos. La vida se mide en momentos”. Y más: “El momento más importante de tu vida es este momento, este latido”.
Frases memorables de Dante Gebel
Una de las frases más brillantes dichas por Dante Gebel la noche del martes fue “No vivas muriéndote, muere.
viviendo”. Antes hablando de la tumba de Elvis Presley en Memphis, Tennessee, en medio de un gran parque de gran vegetación, expresó: “A la vida hay que copiarle los paisajes, pero hay que quitarle las tumbas”. Antes de concluir se preguntó e invitó a pensar: “¿Qué vale más que el alma?”.