Segunda noche del Latin Music Tour

El viernes el salón del Convention Center de Barceló Bávaro Grand Resort, que ha sido sede hasta de una Cumbre Iberoamericana, acogió el Latin Music Tour.

La 22 edición del clásico del turismo cultural contó con un público participativo y  entusiasta, que aplaudió y valoró. Los tres artistas de la noche así lo sintieron.

El Rubio Acordeón, virtuosismo con el instrumento

Abrió el más bisoño: El Rubio Acordeón. Un buen representante de algo que existe desde que existe la música popular: el doble sentido.

Hace poco en Islas Canarias se dio un evento o un programa donde hicieron controversias con décimas hombres y mujeres. La principal herramienta era el doble sentido.

El doble sentido apela a la inteligencia, a la imaginación. Y no a lo soez y grosero del demobow, por ejemplo.

Pero El Rubio Acordeón es más que el doble sentido. Es un virtuoso del instrumento, un espectáculo de digitación y armonías.

Abrió con Los Cabareces, uno de sus temas más conocidos. “De los cabareces, / líbrame Dios mío, / las mujeres son, / tizones prendío”.

 Las Indias de Baní, El pobre Maelo, Chicha, son otros de sus pocos temas.

El Rubio Acordeón cerró, no podía de otra forma, con su popularísimo Mariela, cuyo título real es El abogado.

El Rubio Acordeón junto a su cantante

Merece El Rubio Acordeón un buen manager que le enriquezca el sonido con una buena banda, grande, poderosa. Podría tener más de un cantante. 

Si se deja guiar con disciplina y no se pone de cabeza loca por ahí, llegará muy lejos. 

Fue muy aplaudido y bailado.

Alá Jazá, versátil

La segunda propuesta fue Ala Jazá que subió a tarima pasadas las 12. Su propuesta se ha enriquecido con el tiempo. Se ha dejado llevar por su manager Secsé y ahí están los resultados.

Además del merengue urbano, de velocidad multiplicada, Alá Jazá es capaz de entrarle duro a la bachata, al merengue derecho y a lo que le digan.

Es buen músico. Toca el bajo, compone y canta.

Abrió camino con Te soñé y siguió con Por qué te has ido y Siempre van a hablar.

Alá Jazá se entregó con merengue urbano, merengue clásico y bachatas

Luego entregó un popurrí con clásicos como Amaneciendo, No sé que hacer, Donde vayas, Otra no puede haber y Si un día a ves.

Volvió al redil con No sé olvidar. Y se volvió a salir de camino para entrar por buenos senderos con un Popurrí de bachatas de que demostró su versatilidad. 

Y terminó con Es mi vida.

Tony Vega ya es un clásico

Sí, Tony Vega ya es un clásico. El puertorriqueño demostró en escena que es un clásico de la salsa romántica.

A fines de los 90 le llamaban también, peyorativamente salsa monga. Una vertiente que sin embargo, se ha mantenido.

Imagen de parte del público en el Convention Center del Barceló Bávaro Grand Resort (Fosotos servidas)

Tony Vega es un artista sencillo, entregado al público, con quien se comunica todo el tiempo y para quien existe en tarima.

Agradeció, bromeó, cantó. Agradeció su primer tema al grande Omar Alfanno.

Una anónima joven y hermosa mulata, ataviada de blanco, con la mano puesta en la tarima desde el costado derecho cantó. No una sino todas sus canciones de principio a fin. Por fanáticos así existe el arte.

Esa mujer, Ella es, Todo contigo, Fui a la carnada formaron parte del repertorio.

No podían faltar Ríe payaso, Uno mismo y Aparentemente.

Tony Vega, todas sus canciones fueron coreadas

El público partió del Convention Center agradecido.

Esta noche el Latin Music Tour concluye con Yiyo Sarante, Flow 48 y Toño Rosario, quien parece ser el más esperado.

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